Cazadores de Sombras: Ciudad del fuego celestial, Cassandra Clare

TÍTULO:  CAZADORES DE SOMBRAS. CIUDAD DEL FUEGO CELESTIAL

TÍTULO ORIGINAL: THE MORTAL INSTRUMENTS: CITY OF HEAVENLY FIRE

SAGA CAZADORES DE SOMBRAS: 6º PARTE

AUTORA: CASSANDRA CLARE

La oscuridad ha regresado al Mundo de las Sombras. 

Mientras su mundo se desmorona alrededor, Clary, Jace, Simon y sus amigos deben unirse para luchar contra el mayor enemigo al que se han enfrentado nunca los nefilim: el hermano de Clary. 

Se perderán vidas, se sacrificarán amores y el mundo entero cambiará en el sexto volumen de la serie Cazadores de Sombras. 

(Fuente: Planeta de libros Ficha completa aquí)

OPINIÓN PERSONAL

Por fin he podido leer el final de la saga y me ha gustado bastante, pero reconozco que las últimas 100 páginas se me han hecho un poco largas. Antes de empezar a comentar en detalle el libro, debo advertir que, inevitablemente, esta reseña tendrá spoilers de los libros anteriores: "Ciudad de Hueso" (reseña aquí), "Ciudad de Ceniza" (reseña aquí), "Ciudad de Cristal" (reseña aquí) y "Ciudad de los ángeles caídos" (reseña aquí).y "Ciudad de las almas perdidas" (reseña aquí).

Lo primero que quiero destacar es que el prólogo me sorprendió porque no me esperaba que de repente unos personajes a los que no conocía fueran los que centraran la atención. Ellos son Emma Carstairs y la familia Blackthorn, que son los protagonistas de la trilogía "Renacimiento", así que supongo su presencia en esta novela era con la intención de despertar la curiosidad de los lectores para que luego se lanzaran a leer los otros libros. En "Ciudad del fuego celestial" les conocemos siendo prácticamente unos niños que viven en el Instituto de Los Ángeles y que ven cómo la tragedia llega a sus vidas a raíz de un ataque de Sebastian, que sigue con su objetivo de obligar a los cazadores de sombras a que beban de la Copa Infernal y así se transformen en oscurecidos y se sometan a su voluntad.

Anteriormente, yo tenía más que claro que Sebastian era malvado, pero es que aquí ya está descontrolado y demuestra que no tiene piedad y que solamente parece mostrar cierta debilidad (o capricho) por Clary.

Me gustó conocer más a su personaje y que ya no estuviera fingiendo ser lo que no era, además, sus planes a veces logran sorprender y ponen en situaciones muy complicadas al resto de personajes. 

Lo peor para mí fue que su obsesión por Clary me cansaba y me hacía intuir en qué iba a fallar en determinadas ocasiones. Y, es un poco raro, pero a pesar de su crueldad, sentí pena por él en cierto instante...

En cuanto a la propia Clary y a Jace, nunca les había visto tan compenetrados como en este libro. Por primera vez disfruté de su relación y sentí que formaban un buen equipo y que no se dedicaban a estar ocultándose cosas. Es más, por fin me creí su amor y sentí que no era un capricho u que había complicidad entre ellos. Al inicio de esta novela, Jace está intentando controlar el fuego celestial que hay en su interior, ya que cada vez que se altera lo más mínimo, pone en riesgo a los que están a su alrededor. Han probado todo para intentar quitárselo, pero queda claro que no se puede y que será necesario que consiga usarlo en el momento adecuado. Además, por fin Jace ya no está poseído/ deprimido/ culpándose de todo lo que pasa en el mundo, su personaje parece que es más fuerte que nunca y tiene ganas de vengarse de Sebastian, a pesar de que siente que la unión que tuvieron no siempre le desagradó. En todo caso, lo que queda claro es que Jace no tiene miedo a arriesgarse con tal de que el mundo de los cazadores de sombras vuelva a ser seguro.

Los otros personajes como Isabelle, Alec, Simon o Magnus también tienen ese mismo objetivo, pero siguen desarrollando sus propias historias. Alec y Magnus están separados tras el error que cometió Alec de tratar de investigar cómo quitarle a Magnus su inmortalidad, pero se nota que siguen enamorados y sufrí bastante su situación, pues diría que varios de los momentos más dramáticos están protagonizados por ellos. Isabelle sigue demostrando que ella tampoco le teme a nada, o bueno, a casi nada, pues parece tener miedo a aclarar su situación con Simon. Él mantiene el carácter sensato a la vez que cómico que le ha caracterizado siempre y ahora que ya no está protegido por la Marca de Caín, debe cuidarse más que nunca. Simon para mí es el que da la mayor sorpresa en la recta final del libro y os puedo asegurar que no me esperaba lo que le pasó.

De los otros personajes se ve lo justo, aunque algunos como la reina Seelie o Luke ven aumentada su relevancia. Respecto a Maia y a Jordan, yo creí que iban a jugar un papel más importante, me impresionó cierto suceso que se da relativamente pronto, pero luego ya me pareció que uno de ellos quedaba deslucido. Mi favorito de todos los que están en un segundo plano es el hermano Zachariah y lo que le sucede me impactó, además de que él se ha convertido en la razón principal por la que estaría dispuesta a leer la trilogía de Los Orígenes. Varias amigas me han hablado maravillas de esos libros, pero yo seguía sin tener demasiado interés en leerlos hasta ahora.

Un aspecto a destacar es que, en los 5 libros anteriores de la saga, las 100 últimas páginas eran lo mejor de lo mejor y estaban cargadas de acción, pero aquí es al contrario. Mi edición tiene 664 páginas y cuando iba por la 530, ya empecé a mosquearme, pues viendo que me quedaban más de un centenar de páginas y que lo más decisivo de la historia ya estaba sucediendo, no entendía qué podía pasar para que eso se pudiera alargar tanto. Y vale, se dieron ciertos sucesos, pero esas últimas páginas me parecieron muy flojas y hasta un poco tediosas. Eso sí, hasta llegar a la 530, me parece que la lectura es trepidante y que cuesta parar de leer, porque parece que no hay momentos de paz para los personajes. Lo bueno también es que la autora sabe crear un ambiente que no es del todo oscuro y que gracias a ciertos comentarios cómicos que sacan una sonrisa no se cae en un dramatismo extremo. Lo que me sobraba es que Emma y los Blackthorn fueran el foco de atención en varios capítulos, porque aunque me parece bien conocer a sus personajes, sus apariciones eran un poco forzadas y demasiado largas.

Y quiero quejarme de una cosa más: la Clave.

Sinceramente, no entiendo por qué todo el mundo parece sometido a ellos, si nunca salen ni tienen participación cuando hay un problema de verdad.

Si no estuvieran Clary, Jace, Magnus, Alec, Isabelle y Simon... ¿quién se supone que iba a luchar contra las diferentes amenazas que han habido a lo largo de la saga? Porque no es por nada, pero la Consul, el Inquisidor y el resto de gente relevante que hay en Idris parece que tienen una función decorativa y que les encanta estar juzgando sin arriesgarse ellos nunca.


A nivel general, me alegro de haber leído la saga, ya que me ha resultado entretenida y su cierre no ha estado mal, aunque creo que faltó algo para que fuera asombroso...

Valoración del libro: 8/10 "Un final de saga que logra ser trepidante durante casi todo el tiempo y que se disfruta especialmente por la camaradería y complicidad que hay entre los personajes, destacando a Clary y a Jace que por fin forman un buen equipo y confían el uno en el otro. Personalmente, considero que faltaron más sorpresas, pero en términos generales he quedado satisfecha con la lectura".

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