TÍTULO: LUNA DE TOR
AUTORA: MARIAM AGUDO
Un hombre atado a una maldición que lo despoja de su cuerpo, convirtiéndolo en un espectro al que odia.
Una mujer que escapa de sus propios miedos buscando la paz entre los riscos cubiertos de nieve.
Destinados a encontrarse, cada uno encarcelado en sus fracasos y sus esperanzas, será la catapulta para que el otro recupere su propia identidad.
Dicen que el amor lo puede todo, y en Luna de Tor ese aserto se confirma.
(Fuente: Me gusta leer Ficha completa aquí)
OPINIÓN PERSONAL
Cada vez soy más exigente con las historias de romance, no es que me molesten los tópicos, pero a veces no estoy de humor y quiero leer algo que me sorprenda, así que cuando vi la sinopsis de "Luna de Tor" supe que tenía que tenía que darle una oportunidad. Además, y ya sé que es ser superficial, me enamoré de la portada. ¿No es preciosa? Creo que transmite bien la mezcla de misterio y romance que caracteriza al libro. Finalmente, os puedo decir que ha sido una lectura que he disfrutado bastante, aunque tiene pequeños detalles que no me convencieron.
El prólogo es sublime, supo captar de inmediato mi atención y elevó aún más mis expectativas. Muestra un encuentro misterioso entre dos niños en Tor, un pueblo en el Pirineo catalán (España). Es de noche y una niña llamada Áurea se encuentra en un bosque con un chico que parece tener unos pocos años más que ella. Ni siquiera se conocen, ella va al bosque por un impulso y cuando apenas ha cruzado un par de palabras con él, sus abuelos aparecen para llevarla de vuelta a casa, pero no llegan a ver al chico porque ha desaparecido de repente.
22 años más tarde, Áurea vuelve a Tor tras la muerte de sus abuelos, ya que ha heredado su casa, la cual está en un estado lamentable. Cansada de la vida en la ciudad y tras un desengaño amoroso, decide establecerse allí. Trabaja como ilustradora y eso hace que pueda trabajar desde donde quiera, por lo que su único problema es adecentar la casa.
A pesar de que no es fácil encontrar a alguien que se encargue de este asunto, Áurea acaba contando con la ayuda de Isaac, un hombre que le produce unas sensaciones extrañas y que parece rodeado de cierto misterio. Isaac es un poco chulesco y no es muy dado a hablar de sí mismo, pero el magnetismo entre él y Áurea es innegable. Además, y no es spoiler porque se sabe al poco de empezar, Isaac pierde su cuerpo por la noche y se convierte en un espectro, así que deberá reflexionar muy bien hasta dónde quiere llegar con Áurea...
La lectura es adictiva, no se centra únicamente en el romance, sino que también tiene un lado de intriga porque parece que Isaac no es el único semi fantasma de Tor, y el otro no es precisamente un ejemplo de bondad y de buenas intenciones.
Todo lo referente a la maldición de Isaac me mantuvo en vilo hasta el final. A mí al principio no me parecía tan horrible lo de que perdiera su cuerpo de noche, pero su personaje te va mostrando que es como una condena y que puede verse metido en líos por no poder justificar nunca dónde está por las noches. Antes del desenlace ya se intuye cómo acabará todo, pero aún así, me sorprendió el cambio de actitud de un personaje y la importancia de varios sucesos del pasado.
Isaac y Áurea centran la atención en casi todo momento, solo el otro espectro les roba el protagonismo en determinadas ocasiones. Pero digo lo de robar en el buen sentido, ya que su papel es fundamental para aportarle originalidad y un toque oscuro a la historia. Ir descubriendo lo que esconde engancha, es un ser lleno de odio y también contradictorio, así que no es fácil saber a qué atenerse con él. Los padres adoptivos de Isaac también tienen una ligera relevancia y no son decorativos, saben más de lo que dan a entender y la información que poseen es de vital importancia. De resto, hay otros personajes que tienen una presencia mínima, pero es agradable ver que todos aportan algo.
Y vamos con el romance. ¿Suspiré de amor con Áurea e Isaac? Sí. Su atracción traspasa las páginas y se ve claramente que el vínculo entre ambos se va haciendo más fuerte a medida que pasan las páginas. Lo que me agobió durante los primeros capítulos de la novela es que Áurea se ponía hacer suposiciones sobre él por pequeñas cosas que veía y no era capaz de preguntarle si estaba en lo cierto o no. Afortunadamente, luego parecen ir ganando confianza y disfruté viendo cómo se desarrollaban las cosas entre ellos. Isaac se ponía a veces muy terco y era genial ver a Áurea plantarle cara y dejarle claro que estar con secretitos o excluirla de ciertos planes no era justo.
Solo hubieron dos cosas que no me convencieron:
1. Antes de llegar a la página 100, tiene lugar una escena muy surrealista entre Áurea e Isaac en su versión fantasmal. Yo no sé cuál será vuestra opinión, pero si yo siento que me toca algo invisible y desconocido, el grito que daré se escuchará en varios metros a la redonda. Y tras el grito, si noto otra vez que un espectro o lo que sea me pone la mano encima, llamadme cobarde, pero me echaré a correr y me alejaré de donde estaba. Pero será que Áurea es más abierta de mente que yo, porque no solo no huye sino que se deja querer (y mucho). Lo que sucede es muy original y si hubiera sido más adelante no me hubiera quejado, es más, habría sido memorable, pero fue muy precipitado y no tenía sentido.
2. Conexión emocional. Aunque Áurea e Isaac tenían química y lo que se va desarrollando entre ellos no está basado solamente en la pasión, me faltaron más instantes en los que intentaran conocerse mejor. Hay una parte del libro en la que parecían incapaces de estar juntos y no lanzarse a dar rienda suelta a sus sentimientos. Llegó un punto en el que me daba la impresión de que eran un poco repetitivos y me habría encantado ver otras facetas de su relación.
A pesar de esto, os animaría a darle una oportunidad a "Luna de Tor" si os gustan los romances con tintes sobrenaturales. La novela tiene 532 páginas y a mí se me pasaron volando, no solo por la historia de amor, sino porque realmente el asunto del espectro y de Isaac logra intrigar. Además, el pueblo donde sucede todo tiene encanto y se cuentan incluso una leyenda que me pareció fascinante.
Valoración del libro: 8/10 "Amor, intriga, una maldición y una historia que os enamorará a pesar de sus pequeños puntos débiles. Esta novela está protagonizada por dos personajes que logran transmitir muy bien la atracción que hay entre ambos y es interesante ver que su pasado juega un papel muy importante. Personalmente, logró engancharme de principio a fin".
Todo lo expresado anteriormente es mi opinión, esto no significa que esté en contra de otros puntos de vista u otro tipo de opiniones. Si queréis preguntar algo o queréis dar vuestra valoración, no dudéis en dejar vuestro comentario, siempre que lo hagáis de modo respetuoso.
Cada vez soy más exigente con las historias de romance, no es que me molesten los tópicos, pero a veces no estoy de humor y quiero leer algo que me sorprenda, así que cuando vi la sinopsis de "Luna de Tor" supe que tenía que tenía que darle una oportunidad. Además, y ya sé que es ser superficial, me enamoré de la portada. ¿No es preciosa? Creo que transmite bien la mezcla de misterio y romance que caracteriza al libro. Finalmente, os puedo decir que ha sido una lectura que he disfrutado bastante, aunque tiene pequeños detalles que no me convencieron.
El prólogo es sublime, supo captar de inmediato mi atención y elevó aún más mis expectativas. Muestra un encuentro misterioso entre dos niños en Tor, un pueblo en el Pirineo catalán (España). Es de noche y una niña llamada Áurea se encuentra en un bosque con un chico que parece tener unos pocos años más que ella. Ni siquiera se conocen, ella va al bosque por un impulso y cuando apenas ha cruzado un par de palabras con él, sus abuelos aparecen para llevarla de vuelta a casa, pero no llegan a ver al chico porque ha desaparecido de repente.
22 años más tarde, Áurea vuelve a Tor tras la muerte de sus abuelos, ya que ha heredado su casa, la cual está en un estado lamentable. Cansada de la vida en la ciudad y tras un desengaño amoroso, decide establecerse allí. Trabaja como ilustradora y eso hace que pueda trabajar desde donde quiera, por lo que su único problema es adecentar la casa.
A pesar de que no es fácil encontrar a alguien que se encargue de este asunto, Áurea acaba contando con la ayuda de Isaac, un hombre que le produce unas sensaciones extrañas y que parece rodeado de cierto misterio. Isaac es un poco chulesco y no es muy dado a hablar de sí mismo, pero el magnetismo entre él y Áurea es innegable. Además, y no es spoiler porque se sabe al poco de empezar, Isaac pierde su cuerpo por la noche y se convierte en un espectro, así que deberá reflexionar muy bien hasta dónde quiere llegar con Áurea...
La lectura es adictiva, no se centra únicamente en el romance, sino que también tiene un lado de intriga porque parece que Isaac no es el único semi fantasma de Tor, y el otro no es precisamente un ejemplo de bondad y de buenas intenciones.
Todo lo referente a la maldición de Isaac me mantuvo en vilo hasta el final. A mí al principio no me parecía tan horrible lo de que perdiera su cuerpo de noche, pero su personaje te va mostrando que es como una condena y que puede verse metido en líos por no poder justificar nunca dónde está por las noches. Antes del desenlace ya se intuye cómo acabará todo, pero aún así, me sorprendió el cambio de actitud de un personaje y la importancia de varios sucesos del pasado.
Isaac y Áurea centran la atención en casi todo momento, solo el otro espectro les roba el protagonismo en determinadas ocasiones. Pero digo lo de robar en el buen sentido, ya que su papel es fundamental para aportarle originalidad y un toque oscuro a la historia. Ir descubriendo lo que esconde engancha, es un ser lleno de odio y también contradictorio, así que no es fácil saber a qué atenerse con él. Los padres adoptivos de Isaac también tienen una ligera relevancia y no son decorativos, saben más de lo que dan a entender y la información que poseen es de vital importancia. De resto, hay otros personajes que tienen una presencia mínima, pero es agradable ver que todos aportan algo.
Y vamos con el romance. ¿Suspiré de amor con Áurea e Isaac? Sí. Su atracción traspasa las páginas y se ve claramente que el vínculo entre ambos se va haciendo más fuerte a medida que pasan las páginas. Lo que me agobió durante los primeros capítulos de la novela es que Áurea se ponía hacer suposiciones sobre él por pequeñas cosas que veía y no era capaz de preguntarle si estaba en lo cierto o no. Afortunadamente, luego parecen ir ganando confianza y disfruté viendo cómo se desarrollaban las cosas entre ellos. Isaac se ponía a veces muy terco y era genial ver a Áurea plantarle cara y dejarle claro que estar con secretitos o excluirla de ciertos planes no era justo.
Solo hubieron dos cosas que no me convencieron:
1. Antes de llegar a la página 100, tiene lugar una escena muy surrealista entre Áurea e Isaac en su versión fantasmal. Yo no sé cuál será vuestra opinión, pero si yo siento que me toca algo invisible y desconocido, el grito que daré se escuchará en varios metros a la redonda. Y tras el grito, si noto otra vez que un espectro o lo que sea me pone la mano encima, llamadme cobarde, pero me echaré a correr y me alejaré de donde estaba. Pero será que Áurea es más abierta de mente que yo, porque no solo no huye sino que se deja querer (y mucho). Lo que sucede es muy original y si hubiera sido más adelante no me hubiera quejado, es más, habría sido memorable, pero fue muy precipitado y no tenía sentido.
2. Conexión emocional. Aunque Áurea e Isaac tenían química y lo que se va desarrollando entre ellos no está basado solamente en la pasión, me faltaron más instantes en los que intentaran conocerse mejor. Hay una parte del libro en la que parecían incapaces de estar juntos y no lanzarse a dar rienda suelta a sus sentimientos. Llegó un punto en el que me daba la impresión de que eran un poco repetitivos y me habría encantado ver otras facetas de su relación.
A pesar de esto, os animaría a darle una oportunidad a "Luna de Tor" si os gustan los romances con tintes sobrenaturales. La novela tiene 532 páginas y a mí se me pasaron volando, no solo por la historia de amor, sino porque realmente el asunto del espectro y de Isaac logra intrigar. Además, el pueblo donde sucede todo tiene encanto y se cuentan incluso una leyenda que me pareció fascinante.
Valoración del libro: 8/10 "Amor, intriga, una maldición y una historia que os enamorará a pesar de sus pequeños puntos débiles. Esta novela está protagonizada por dos personajes que logran transmitir muy bien la atracción que hay entre ambos y es interesante ver que su pasado juega un papel muy importante. Personalmente, logró engancharme de principio a fin".
Todo lo expresado anteriormente es mi opinión, esto no significa que esté en contra de otros puntos de vista u otro tipo de opiniones. Si queréis preguntar algo o queréis dar vuestra valoración, no dudéis en dejar vuestro comentario, siempre que lo hagáis de modo respetuoso.