miércoles, 13 de noviembre de 2019

Dulces palabras de amor, Susan Mallery

TÍTULO: DULCES PALABRAS DE AMOR
TÍTULO ORIGINAL: THREE LITTLE WORDS
SAGA FOOL'S GOLD #12
AUTORA: SUSAN MALLERY

Isabel había vuelto a Fool’s Gold para resucitar su pasión por la moda y regentar la tienda de trajes de novia de su familia hasta que sus padres la vendieran. Después se marcharía para intentar hacer realidad sus sueños. Al menos, ese era el plan, hasta que volvió Ford, tan sexy y encantador como siempre, y ella se sintió de nuevo como una chica de catorce años.

Ver a Isabel convertida en una mujer fue para Ford, entrenador de guardaespaldas, como un gancho directo a la mandíbula. Años atrás, cuando se había enrolado en el ejército impulsado por un desengaño amoroso, las dulces cartas de Isabel habían impedido que se volviera loco. Ahora no podía apartar los ojos… ni los labios de ella. Y tenía de pronto una razón para quedarse en Fool’s Gold, si unas dulces palabras podían convencer a Isabel de que hiciera lo mismo.

(Ficha del libro en Harper Collins Ibérica aquí)

OPINIÓN PERSONAL

Sin ser una obra de arte, es una de las novelas románticas que más me han gustado últimamente. Vi el libro en la biblioteca y la verdad es que tenía ganas de leer algo que me hiciera suspirar de amor y que no tuviera una trama muy enrevesada, así que "Dulces palabras de amor" me pareció una buena opción. Afortunadamente, acerté. No tiene prácticamente ninguna sorpresa, pero la autora sabe escribir de un modo que saca más de una sonrisa.

El comienzo es muy curioso y por eso sabe captar rápidamente la atención. Se muestran una serie de cartas que Isabel, la protagonista principal, le envió a Ford durante 10 años. Él era el prometido de su hermana mayor, con la cual rompió a raíz de que ella se dio cuenta de que amaba a otro pocos días antes de su boda. Tras esto, Ford se alistó en el ejército y se fue, pero Isabel decidió mandarle cartas para que no la olvidara. En aquel momento, Isabel tenía 14 años y se ve claramente que era una cría enamoradiza, pero es innegable que le tenía verdadero cariño a Ford (no me preguntéis la edad de él porque juraría que no se menciona, pero yo calculo que tendría 18-19 años cuando se marchó). Sus primeras cartas eran ligeramente ridículas, pero eran acordes a su edad y se va notando cómo fue adquiriendo más madurez con el paso de los años. Él nunca le contestó, pero desde el primer capítulo se ve que esas misivas eran importantes para él. 

Ahora Isabel tiene 28 años y ha vuelto a su pueblo natal tras haberse divorciado. Se va a hacer cargo temporalmente de la tienda de vestidos de boda de su familia y no tiene ningunas ganas de romance, pero eso era antes de toparse con Ford.

Él también ha regresado y no ha perdido su encanto. Los dos son carismáticos y la atracción entre ellos es innegable, pero supuestamente tienen claro que lo suyo es solo un juego. Sin embargo, gracias al modo en que la madre de Ford lo agobia con lo de que siente la cabeza, entre ambos surgirá una mentirijilla que les llevará por caminos que no esperaban (y no, no tengáis en cuenta la portada de la derecha, ya os advierto que no me refiero a una matrimonio de conveniencia. La verdad es que no le veo mucho sentido a esa portada).

Más allá de la atracción física que tienen, entre Isabel y Ford hay muy buen rollo y eso hace que no perdamos el tiempo en malentendidos innecesarios ni en conversaciones en las que uno de los dos esté cohibido. Hay complicidad desde el minuto 1 y no resulta forzada porque ya se conocían y porque, en cierto modo, Ford está al tanto de cómo ha sido la vida de Isabel gracias a sus cartas.

Ford me conquistó desde su primera aparición, ya que es divertido y no oculta el deseo que Isabel le despierta. Además, sabe interpretar muy bien sus gestos y me agradaba cómo intentaba acercarse a ella sin agobiarla. Eso sí, él no habla de amor, en teoría eso no es para él y lo último que quiere es comprometerse. En cuanto a Isabel, aunque ella haya vivido muchos años sin verlo, nunca lo olvidó, pero tiene ciertos traumas íntimos que la hacen creer que es un desastre a nivel sexual. Su mente le dice que mantenga las distancias, pero su cuerpo y su corazón dicen lo contrario. Me gustaron los matices de su personaje y considero que sus miedos resultaban comprensibles debido a sus experiencias pasadas. No se mienten el uno al otro, pero quieren negarse a sí mismos lo evidente y eso será clave de cara a tomar determinadas decisiones.

El principal problema de la historia es que Isabel y Ford no fueron para mí los únicos protagonistas. No hay triángulos amorosos ni ninguna de esas cosas que solo sirven para crear malos rollos y rellenar páginas. Lo que hay es otro romance que en ningún momento afecta a lo que va ocurriendo entre Isabel y Ford. Los protagonistas son Consuelo y Kent, compañera de trabajo de Ford y uno de sus hermanos. Al principio creí que, debido a que esto era una saga, solo se estaría haciendo una introducción de sus personajes de cara a que protagonizaran su propio libro, pero en verdad aquí vemos cómo se conocen y todo lo que va ocurriendo entre ellos. En muchos instantes relegan a Ford e Isabel a un segundo plano y eso me molestó un poco, luego les fui cogiendo cariño y me interesaron tanto como la pareja principal, pero me resultaba un poco extraño ese protagonismo compartido. Aparentemente, Kent y Consuelo son dos personajes de mundos muy diferentes y su historia tiene toques muy tiernos. Lo malo es que, aunque se disimula un poquitito, lo suyo es un instalove y me hubiera gustado que la autora desarrollara mejor sus primeras escenas,

Otro aspecto a destacar es que, como mencioné en el párrafo anterior, esto es una saga y éste es el libro número 12.

Los protagonistas no son siempre los mismos, pero sí que hay apariciones de otros personajes que claramente ya han sido presentados en libros anteriores. No me sentía totalmente perdida, pero sí que me costaba quedarme con quién era quién porque no se les presentaba de forma clara y se notaba que ya se daba por hecho que los lectores les conocían. Esto no me estropeó la lectura, pero sí que me dejó una pequeña sensación agridulce porque habían referencias a sus amores o a sus amistades que para mí no significaban nada, pero supongo que sí que eran especiales para aquellas personas que han leído los otros libros.

Volviendo a lo positivo, debo decir que hay varias escenas apasionadas y todas son muy cuidadas. Las descripciones de esos instantes son las justas y necesarias para transmitir la pasión del momento, no son cursis y se mezcla bien la ternura y el deseo incontrolable que sienten los protagonistas. Y no solo eso, sino que también en ese tipo de escenas se nota cómo las dos parejas protagonistas van evolucionando.

No os voy a mentir: no es una historia que tenga giros sorprendentes, es previsible prácticamente en su totalidad, pero eso no la hace mala. Es de esas lecturas ligeras que te van enganchando cada vez más y que te dejan un buen recuerdo.

El desenlace es bastante cerrado en lo referente a las parejas principales, especialmente en el caso de Ford e Isabel, pero en el último tercio se introducen varios personajes que tienen pinta de ser protagonistas en los próximos libros y Susan Mallery cierra el libro dejándonos vislumbrar un romance que tiene cierto potencial. En todo caso, dejando eso de lado, es un final bastante autoconclusivo, así que si buscáis leer algo romántico y sencillo, esta novela es una buena opción.

Valoración del libro: 8/10 "Con un inicio curioso y directo, este libro supo sacarme una sonrisa en sus primeras páginas y logró resultarme entretenido en todo momento. Aunque en la sinopsis solo se menciona a una pareja, realmente se narran dos romances, aunque obviamente se desarrolla un poco más el de la pareja principal. La historia es previsible, pero está bien narrada y los personajes consiguieron hacerme suspirar de amor en diversos instantes".

Todo lo expresado anteriormente es mi opinión, esto no significa que esté en contra de otros puntos de vista u otro tipo de opiniones. Si queréis preguntar algo o queréis dar vuestra valoración, no dudéis en dejar vuestro comentario, siempre que lo hagáis de modo respetuoso.