TÍTULO: CUANDO SUBE LA MAREA
TÍTULO ORIGINAL: RISING TIDES
SAGA BAHÍA CHESAPEAKE #2
AUTORA: NORA ROBERTS
Ethan, el segundo de los hijos adoptivos de los Quinn, es un hombre de mar, un hombre tranquilo y reservado con un corazón, sin embargo, tan bravo como el océano que adora y respeta.
En "Cuando subre la marea" no sólo se enfrentará al reto de sacar adelante el astillero ue ha montado con sus hermanos. Sobre todo tendrá que asumir que Seth, el pequeño de los Quinn, lo necesita desesperadamente, y que para amar en plenitud a Grace, la joven de la que siempre ha estado enamorado, deberá recordar su oscuro pasado y su dolor, aceptarlos y confiar en que el autor lo cura y lo perdona todo.
OPINIÓN PERSONAL
Adictivo y con un romance más trabajado que el de "Arrastrado por el mar" (reseña aquí), el primer libro de la saga."Cuando sube la marea" muestra una relación que enamora desde el primer instante y sabe hacer que conectemos rápidamente con los protagonistas. Si no hubiera sido por un par de detalles, le habría dado la máxima puntuación. De verdad, me arrepiento de no haberle hecho caso antes a estos libros, tenía 3 de los 4 libros de esta saga ignorados en mi estantería y resulta que me están pareciendo de lo mejor de la autora.
Aquí el protagonista es Ethan, el más serio y tímido de los hermanos Quinn. Acostumbrado a estar solo y a pasarse el día trabajando en el mar, la vida de Ethan dio un vuelco cuando, para cumplir la última voluntad de su padre, se trasladó a la casa familiar para hacerse cargo de Seth, el niño al que su padre adoptó antes de morir. Junto a Cam y Phillip, sus otros hermanos, está intentado lograr su custodia, así que no tiene tiempo para distracciones. Además, sigue arrastrando algunos traumas de su infancia y cree que no merece la posibilidad de enamorarse y formar una familia. Lo que él no esperaba es que Grace, a quien conoce desde hace años, comience a dejar claro que no se siente indiferente ante él... y eso que Grace no sabe que Ethan también suspira por ella en secreto...
Lo de Grace y Ethan es absolutamente precioso. Aunque son amigos desde hace años y se ven constantemente porque Grace trabaja en casa de los Quinn (como son medio inútiles para hacer tareas domésticas y están ocupados con su empresa de barcos, Grace va un par de veces por semana para limpiar, cocinar, etc.), hay una atracción latente entre ambos, el problema es que ellos dos son los únicos que no quieren admitirla. Lo suyo se desarrolla a fuego lento, pero vale la pena saborear cada pequeño paso que dan en su relación.
Ethan es un hombre de honor y es protector por naturaleza (a veces es anticuado y exagerado, pero os prometo que él mismo se da cuenta de sus errores y pide disculpas cuando es necesario), por lo que cree que desear a Grace está mal porque ella es madre y se merece a alguien que pueda ofrecerle una vida perfecta. Antes de que Ethan fuera adoptado por los Quinn, su madre biológica lo maltrató y hasta lo obligó a prostituirse, así que se siente "manchado" y cree que lleva el mal en sus genes.
Grace se enamoró de Ethan desde que lo conoció (ella era casi una niña y él era el adolescente solitario al que acaban de adoptar los Quinn), pero creía que él no sentía nada por ella y se conformó con el primer idiota que se le cruzó, el cual la abandonó antes de que su hija Aubrey naciera. Grace ama a su hija y ha decidido sacarla adelante sola y sin depender de ningún hombre ni de nadie, pero ver cómo Ethan trata con cariño a Aubrey (las escenas con la niña son adorables, Ethan es puro amor con ella y Aubrey lo adora) y pasar más tiempo con él lo complica todo.
Esta pareja tiene momentos tiernos, apasionados, graciosos y dramáticos. El desarrollo de su relación engancha y te mantiene en ascuas porque lo que no sabes es cuándo se lanzarán a hacer algo tan simple como darse un beso. Eso sí, cuando por fin se desatan un poco, no decepcionan y es imposible no adorarlos.
A nivel individual, la progresión de cada uno también está bien lograda. Vamos ahondando en lo que le pasó a Ethan de niño y eso es útil incluso para que él pueda ayudar a Seth con sus miedos. La trama de Seth continúa teniendo cierto peso, todavía no se sabe exactamente por qué Ray Quinn decidió adoptarlo o si los Quinn conseguirán su custodia definitiva, pero aquí la autora decidió centrarse en afrontar las consecuencias psicológicas de lo que Seth vivió y que eso fuera ligado a la propia historia de Ethan. Esto fue un acierto de cara a sacarle partido a todos los personajes y conseguir que las vivencias de cada uno fueran útiles para los otros. En un principio no fui consciente, pero ayudar a Seth acaba siendo fundamental para que Ethan aprenda a ver las cosas desde otra perspectiva, y no negaré que me pareció inteligente cómo la autora abordó el tema.
Grace también es una buena protagonista. Se mata a trabajar a diario, compagina varios empleos para sacar adelante a su hija, es amable y apenas se toma un descanso, pero se cree inferior a los demás por no tener una vida más estable y por haber fracasado en su vida sentimental. Con ella hay que ver si es capaz de ganar un poco de amor propio y dejar sus temores a un lado. De diferente forma, tanto ella como Ethan deben aprender a pasar página, y por eso forman un muy buen equipo a la hora de hacerse ver mutuamente sus puntos fuertes.
Para mí, ciertos comportamientos fueron abrumadores (y surrealistas, no es normal la obsesión de un personaje por lograr algo y su manera de querer imponer su voluntad de un minuto a otro...) y entendí el agobio de uno de los protagonistas. Al igual que en el primer libro, Nora Roberts parece tener prisa a última hora y hasta evita describir hechos importantes, lo cual rompe parte de la magia de la historia.
Para que la novela fuera perfecta, me faltó más calma en los sucesos de las últimas páginas y que Phillip y Cam tuvieran un papel más activo al principio. Durante la primera mitad del libro, estos dos hermanos están casi desaparecidos. Con ambos se dan excusas, pero da pena no verles más, ya que, cuando todos los Quinn están juntos, es imposible no pasarlo a lo grande con sus escenas. Siempre suelen ser divertidos con sus piques y, aunque aquí siguen unidos, les vemos interaccionar menos. Es Anna, la esposa de Cam, quien da un paso adelante y nos otorga algunos de los momentos con más humor. Y, curiosamente, aquí ella y Cam me convencieron más como pareja que en su propio libro.
No soy una fan entusiasta de Nora Roberts porque me he llevado chascos importantes con algunas de sus obras, pero esta saga es de lo mejorcito que he leído suyo. Eso sí, no leáis "Cuando sube la marea" sin haber leído "Arrastrado por el mar". A pesar de que se hace una buena introducción sobre las circunstancias de los personajes, creo que es mejor haber leído el libro anterior para comprender determinados vínculos.
No dudéis en darle una oportunidad si buscáis algo ameno y con encanto. Grace y Ethan conseguirán que os enamoréis de su ternura y de su pasión.
Composición de la saga
(iré añadiendo enlaces a las reseñas a medida que los lea)
2. Cuando sube la marea
Valoración del libro: 8,5/10 "Una historia de amor que consigue enamorar. Rozó la perfección y solo se deslució por lo apresurados que fueron los acontecimientos finales. Ethan y Grace valen mucho individualmente y como pareja, así que es genial ir conociéndolos e ir disfrutando con la evolución que va teniendo su relación. Faltaron más escenas de todos los hermanos Quinn juntos, pero, en términos generales, es una lectura que deja muy buena impresión. Mezcla bien la dulzura y la pasión, y encima también sabe tener la dosis justa y necesaria de drama y humor".
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