domingo, 29 de marzo de 2020

La chica de nieve, Javier Castillo

TÍTULO: LA CHICA DE NIEVE
AUTOR: JAVIER CASTILLO

Nueva York, 1998, cabalgata de Acción de Gracias. Kiera Templeton, desaparece entre la multitud. Tras una búsqueda frenética por toda la ciudad, alguien encuentra unos mechones de pelo junto a la ropa que llevaba puesta la pequeña.

En 2003, el día que Kiera habría cumplido ocho años, sus padres, Aaron y Grace Templeton, reciben en casa un extraño paquete: una cinta VHS con la grabación de un minuto de Kiera jugando en una habitación desconocida.

Tras vender más de 650.000 ejemplares de sus anteriores novelas, Javier Castillo vuelve a poner en jaque la cordura con La chica de nieve, un oscuro viaje a las profundidades de Miren Triggs, una estudiante de periodismo que inicia una investigación paralela y descubre que tanto su vida como la de Kiera están llenas de incógnitas.

(Fuente: Me gusta leer Ficha completa aquí)

OPINIÓN PERSONAL

No puedo negar que a mí las sinopsis de los libros de este autor me atraen y, como su estilo no me desagrada, pues no puedo evitar querer darle una oportunidad a todo lo que va publicando. En este caso, empecé la lectura con ciertas reticencias porque hace muy poco leí su novela "Todo lo que sucedió con Miranda Huff" (reseña aquí) y me llevé un chasco tremendo. Afortunadamente, "La chica de nieve" me ha parecido mejor, pero considero que el autor cometió un error que le hizo perder interés a la historia. A lo largo de la reseña me explicaré...

El eje de la trama es la desaparición de Kiera, una niña que está a punto de cumplir 3 años y que desaparece durante la cabalgata de Acción de Gracias en Nueva York. 

Los instantes de la desaparición están muy bien descritos, ya que Javier Castillo te hace ver cómo un día normal se puede convertir en una pesadilla en apenas unos segundos. Kiera estaba feliz con sus padres disfrutando de la celebración y aparentemente rodeada de gente inofensiva, pero bastó un pequeño incidente para que desapareciera de la vista de su padre y no se volviera a saber nada de su paradero.

Eso ocurre en 1998, pero el libro no se centra exclusivamente en ese momento. Hay tres años claves en la historia: 1998 (año de la desaparición), 2003 (año en el que se confirma que Kiera sigue viva) y 2010 (año en el que se rompe un patrón y ya no se puede dar nada por hecho). Ya os advierto que debéis prepararos para MUCHOS saltos temporales, algunos de los cuales no centrados exactamente en el caso de Kiera. Lo bueno es que el autor siempre encabeza cada capítulo diciendo en qué año estamos y qué personaje tendrá la atención, así que al menos es imposible perderse.

Los padres de Kiera, Grace y Aaron, juegan un papel importante especialmente al principio. Con ellos, no sabría explicar muy bien por qué, me dio la impresión de que el autor fue cambiando sus intenciones a medida que la historia iba avanzando. En la primera mitad de la novela se crea un aura de cierto misterio en torno a ellos y me gustó cómo se analizó su testimonio y las pequeñas notas discordantes que parecían haber entre ambos. Luego hay un cambio de rumbo y les vi adquirir una posición un poco decorativa. A ver, son los padres de la niña y nunca sobran, pero pierden potencial y por eso su intervención en determinadas escenas y descubrimientos quedó ligeramente deslucida.

Aparte de ellos tenemos a Miren, una estudiante de periodismo que en 1998 decide investigar el caso de Kiera como parte de un trabajo que tiene que entregar en la universidad. Como su profesor trabaja en un periódico, la ayuda a acceder a algunos datos y, lo que parecía una simple tarea, se va convirtiendo en una obsesión para ella. Debo decir que Miren me generó sentimientos contradictorios. Por un lado, es innegable que sin ella la investigación no hubiera dado ni un paso adelante, ya que ella es más perspicaz que la policía para analizar algunos detalles y nunca se rinde (eso sí, hay cosas que para mí es inexplicable que incluso a ella se le pasaran por alto SPOILER La grabación con la pareja y el "niño" subiendo al tren es la más llamativa, y más sabiendo la policía que a Kiera la habían cambiado de ropa y de aspecto al secuestrarla FIN DEL SPOILER). Pero por otro lado, a su propia historia personal se le va dando un protagonismo que va eclipsando lo que es la investigación en sí. Vamos viendo sus traumas, un hecho que la marcó, el cambio que se va produciendo en su carácter y cómo en cierta forma se va convirtiendo en una justiciera. No es que ella no me importara, pero esa excesiva relevancia y la repetición constante de determinados pensamientos me fue cansando.

La investigación de Kiera es especialmente trepidante en la primera mitad del libro.

Su desaparición y la aparición en 2003 de una grabación suya son los momentos de mayor intriga. Con la sinopsis ya se sabe que Kiera no va a aparecer pronto, así que resulta inquietante ver cómo años después de desaparecer los padres reciben una cinta vhs en la que durante un minuto se ve a Kiera en una habitación .


Y esa cinta no será la única, pero salvo ésa y la última, las demás parecen un mero trámite. El autor no se explaya en hablar de ellas y la policía indaga lo justo. De la parte de 2010 no puedo decir prácticamente nada, más que nada porque entonces ya desvelaría demasiado sobre el futuro de los personajes. Lo único que diré es que considero que lo mejor de lo de 2010 es lo que sucede en los últimos capítulos.

Al comienzo de esta entrada os hablé de que, desde mi punto de vista, el autor comete un gran error que lo estropea todo. Pues bien, lo que ocurre es que a la mitad se da respuesta al principal misterio de la novela. Cuando esto pasa en cualquier historia, creo que el autor/a debe añadir elementos a la trama que sirvan para continuar la lectura con ganas, y Javier Castillo no lo hace. Lo que sucedió no es algo tipo "ya está, vamos a acabar el libro aquí", pero sí que es algo que provoca que se pierda la chispa y que nos limitemos a pasar las páginas solo para ver cómo reaccionarán los personajes cuando se enteren de la verdad. Y total, pues tampoco es para tanto, ya que por razones inexplicables el autor limita mucho la descripción de escenas que para mí eran bastante importantes.

Debido a esto, la segunda mitad del libro se me hizo un poco cuesta arriba. La gran ventaja es que el autor escribe de una forma amena y que los capítulos son muy cortitos, así que no hay sensación de estancamiento. Lo que sí que tuve es la impresión de que añadió relleno y dio varios rodeos para alargar la historia. Además, tras el descubrimiento que hubo, mi curiosidad en esta parte estaba bajo mínimos y encima no veía que sucediera nada excesivamente relevante ni inesperado.

El desenlace es el esperado teniendo en cuenta los acontecimientos que lo preceden. Hubo un cierre insulso del asunto de Kiera y se abrió la puerta a otra novela en la que uno de los personajes volvería a tomar el mando. No quiero confundiros, así que lo que sí que aclaro es que de lo de Kiera no queda ni un interrogante. Más bien se deja en el aire la posibilidad de adentrarse en otra desaparición que aquí se menciona muy por encima (si acaso en una línea o dos). Y esto no es una teoría loca que se me ha ocurrido a mí, es que es la impresión que le quedará sí o sí a todo el mundo al acabar el libro y al leer los agradecimientos del autor.

Resumiendo: no me ha parecido un thriller asombroso, pero tampoco es de esos que me arrepiento de leer.

Valoración del libro: 6/10 "Con un inicio prometedor y un estilo de narración ameno, esta novela sabe intrigar al principio y meternos de lleno en el caso de la desaparición de una niña durante una cabalgata. El autor intenta jugar con los lectores y hace que dudemos de todos los testimonios, pero falla al resolver el misterio principal justo a la mitad del libro. A partir de ese instante, la lectura dejó de ser adictiva y quedaron muy pocos interrogantes, así que me costó encontrar alicientes para llegar al final. Lo mejor es que Javier Castillo escribe de un modo fluido, así que al menos no era difícil avanzar".

Todo lo expresado anteriormente es mi opinión, esto no significa que esté en contra de otros puntos de vista u otro tipo de opiniones. Si queréis preguntar algo o queréis dar vuestra valoración, no dudéis en dejar vuestro comentario, siempre que lo hagáis de modo respetuoso.

sábado, 21 de marzo de 2020

El día que dejó de nevar en Alaska, Alice Kellen

TÍTULO: EL DÍA QUE DEJÓ DE NEVAR EN ALASKA
AUTORA: ALICE KELLEN

Un chico con el corazón de hielo. 
Una chica que huye de sí misma. 
Dos destinos que se cruzan. 

Heather cree que solo hay tres cosas que sabe hacer: atraer problemas, salir huyendo y correr. Así es como termina en Alaska, en un pequeño pueblo perdido, trabajando de camarera mientras intenta llevar una vida nueva y tranquila. Su único problema es que uno de los dueños del restaurante parece odiarla y que ella nunca antes ha conocido a nadie que despierte tanto su curiosidad. Nilak es reservado, frío y distante, pero Heather puede ver a través de todas las capas tras las que se esconde y sabe que en ocasiones hay recuerdos que pesan demasiado; como los de sus propios errores, esos que intenta dejar atrás. 

Pero, a veces, la vida te da una segunda oportunidad. 
La nieve empieza a derretirse. Y todo encaja. 

(Fuente: Titania Ficha completa aquí)

OPINIÓN PERSONAL

Le tenía muchas ganas a este libro y Carme, administradora del blog "A la luz de las velas", me sorprendió y me lo regaló. Ella lo adoró (lo podéis comprobar en esta review que hizo en Goodreads) y no se equivocó al pensar que a mí me gustaría, aunque hay algunos pequeños detalles que no me han convencido En todo caso, vuelvo a darle las gracias por habérmelo enviado y solo por eso ya le tengo mucho cariño a mi ejemplar :)

Tenemos como protagonista a Heather, una chica que parece haber perdido el rumbo y que solo desea encontrar algo de paz. Para lograrlo, ha abandonado su casa en San Francisco y se ha mudado a un pequeño pueblo de Alaska. Está sola y claramente intenta huir de algo que la atormenta. ¿Cuál es su secreto? Ésa es una de las cosas que deberemos averiguar, pero para ello Heather deberá aprender primero a perdonarse a sí misma y a tener más confianza en otras personas. Aunque esperaba no tener contacto con mucha gente, nada más llegar conoce a John, su vecino más cercano, el cual decide ayudarla a instalarse y a encontrar trabajo. Una nueva vida, amigos que surgen de forma inesperada y Nilak... un chico rodeado de misterio que despertará en Heather una atracción inesperada...

Para empezar, os diré que me encantó el tono de la historia. Incluso en los momentos en los que hay humor, nunca abandona del todo ese aire triste que es acorde al estado emocional de los personajes, ya que la mayoría de ellos parecen cargar con culpas y secretos que les impiden seguir totalmente adelante.


Además, que todo transcurra en un lugar caracterizado por el frío y tan aparentemente carente de "luminosidad" le viene bastante bien a la trama. En otros libros los escenarios no suelen jugar un papel importante, pero aquí sí que tiene un sentido.


Analizando lo que es la historia en sí, mi mayor problema fue el romance. Ya os digo que no, Nilak y Heather no se ven y se adoran. Ni él se ablanda ni ella se vuelve la alegría personificada. Estos dos chocan y mucho, de hecho, el 90% del tiempo están discutiendo o simulando ignorarse. Eso sí, ni tener una bronca es fácil, ya que sacarle a Nilak más de dos palabras seguidas es bastante complicado. Aunque no hay  un instalove propiamente dicho, sí que hay una atracción que a mí no me terminó de cuadrar. Que Nilak sea tan callado y esté de mal humor constantemente... pues no voy a ser hipócrita, a mí eso también me despertó el interés por él, pero comencé a cansarme de su actitud cuando vi que no evolucionaba demasiado y que siempre estaba a la defensiva si le hacían una pregunta personal.

Nilak es un personaje con más sombras que luces y eso no es malo, de hecho, Heather es igual y creo que ella logra despertar simpatía. Dice lo que piensa y no se autocensura prácticamente nunca, pero no hay maldad en ella, así que por eso es fácil que caiga bien. La lucha con sus demonios interiores tampoco está nada mal y, a medida que vamos descubriendo qué es eso tan malo que hizo o que vivió y que la marcó, pues vamos comprendiendo mejor por qué es cómo es y si su dolor puede llegar a desaparecer. En cambio, de Nilak no conocemos sus pensamientos y solo vislumbramos ligeramente sus sentimientos cuando se da el milagro de que decide salir de su coraza y se digna a desvelar algo sobre él. Lo malo es que esos instantes son muy breves y escasos.

Los sentimientos de amor que surgen entre ambos... yo lo intenté, de verdad que sí, pero no me los creí. El tiempo que pasan juntos sigue casi siempre las mismas rutinas y, mientras que Heather va sincerándose ocasionalmente e intentando entablar pequeñas conversaciones, él se mantiene es su posición de hombre de hielo que se ofende si le hacen una pregunta ligeramente personal. Y encima, cuando por fin le dio por hablar más, pues la cosa no mejoró...

En todo caso, no puedo decir que esta novela no tuviera una parte romántica que me gustó. Hay extractos de un diario escrito por una chica llamada Annie en los que ella narra su historia de amor con Kayden, un chico que revolucionó su existencia, y esas páginas me atraparon. Me pareció muy tierno cómo se conocieron y los inicios de su relación fueron bastante bonitos.

¿Quiénes son Annie y Kayden? No puedo decir nada, pero su romance eclipsa y MUCHO al de la pareja principal. No sobra porque tiene un sentido e influye en lo que ocurre entre Heather y Nilak, pero los sentimientos de esa pareja parecían más reales. A ver, las páginas dedicadas a ellos no representan ni el 10% del libro (no lo he calculado, pero es que son muy pocas), pero transmiten más a nivel romántico. Querría decir algo más, pero no puedo porque sería un spoiler como una catedral... así que dejémoslo en que tal vez eliminar esas páginas y desarrollar más determinadas escenas de Heather y Nilak hubiera sido mejor....

No es un libro trepidante, pero tampoco es pausado. Es fácil ir deslizándose entre sus páginas porque es inevitable querer saber lo que esconde cada personaje, aunque no niego que es sencillo resolver ciertas incógnitas. Eso sí, otras me pillaron totalmente fuera de juego.

Más allá de Heather y Nilak, John, el vecino de Heather. fue de mis personajes favoritos junto a Caos, un perro. Sí, así como leéis, un perro me robó el corazón. Caos y Heather desarrollan un vínculo muy peculiar y me parecía que él la entendía mucho mejor que el propio Nilak. En general, todos los habitantes del pueblo son ejemplos de amabilidad... y no es que eso sea malo, pero sí que es un poco surrealista. A ver si me explico bien: me cayeron muy bien, pero tanta gente buena ayudando a una desconocida me chocaba. Solo hay uno que no tiene tan buen corazón y su presencia fue como una excusa para generar tensión en la recta final.

El último tercio de la novela fue el más adictivo y ahí Heather da lo mejor de sí. Si me centro solo en ella, considero que la autora hizo un buen trabajo con su personaje y supo ir mostrando diferentes facetas suyas a lo largo de toda la lectura. Con ella podemos explorar bien lo que es el peso de la culpa y cómo odiarte a ti misma puede impedir que veas lo bueno que otras personas ven en ti. Respecto a la parte romántica, no pasó nada que no me esperara, pero fue cuando menos entendí a Nilak. Y no digo más.

Aunque no me ha parecido perfecta, esta historia me ha servido para leer por fin algo de Alice Kellen y me ha gustado lo suficiente como para querer darle una oportunidad a alguna otra obra suya en el futuro. Si queréis recomendar alguna en concreto, no dudéis en mencionarla en un comentario :)

Valoración del libro: 7,5/10 "Con un comienzo que sabe captar la atención, esta historia destaca por cómo trata lo que es cargar con ciertas culpas y lo difícil que es seguir adelante cuando crees que no vales nada. El único punto negativo es la parte romántica, ya que parece tener mucho potencial al principio y luego creo que va perdiendo fuerza por la actitud estática que tiene el chico. Tiene partes mejorables, pero en términos generales es una lectura que he disfrutado bastante".

Todo lo expresado anteriormente es mi opinión, esto no significa que esté en contra de otros puntos de vista u otro tipo de opiniones. Si queréis preguntar algo o queréis dar vuestra valoración, no dudéis en dejar vuestro comentario, siempre que lo hagáis de modo respetuoso.

domingo, 8 de marzo de 2020

Todo lo que sucedió con Miranda Huff, Javier Castillo

TÍTULO: TODO LO QUE SUCEDIÓ CON MIRANDA HUFF
AUTOR: JAVIER CASTILLO

Un fin de semana en una cabaña en el bosque. Un matrimonio en crisis. Una misteriosa desaparición.
¿Qué ha sucedido con Miranda Huff?

Una pareja en crisis decide pasar un fin de semana de retiro en una cabaña en el bosque en Hidden Springs, pero cuando Ryan Huff llega para encontrarse con Miranda la puerta está abierta, hay dos copas de vino sobre la mesa, nadie en el interior y el cuarto de baño se encuentra lleno de sangre.

Todo lo que sucedió con Miranda Huff es un thriller psicológico de ritmo vertiginoso donde parece imposible encontrar a Miranda con vida. Lo que Ryan desconoce es que la desaparición de su mujer conecta su historia con la de su mentor, el gran James Black, y con el descubrimiento del cadáver de una mujer desaparecida treinta años atrás en la misma zona.

(Fuente: Me gusta leer Ficha completa aquí)

OPINIÓN PERSONAL

Esperaba mucho más de este libro. De este autor yo había leído "El día que se perdió la cordura" (reseña aquí), una obra que me pareció adictiva y cuyo desenlace fue lo único que no me convenció, y quedé con ganas de volver a darle una oportunidad. Con "Todo lo que sucedió con Miranda Huf" tenía grandes expectativas, especialmente porque la sinopsis no pintaba nada mal, pero me he llevado un chasco

El supuesto eje de la historia es resolver el misterio de la desaparición de Miranda, una mujer que iba a pasar unos días con su marido en una cabaña para intentar salvar su matrimonio y que, aparentemente, desapareció al poco de llegar allí. Su marido Ryan no fue con ella, ya que quedaron en que ella se adelantaría, así que es él quien da la voz de alarma cuando acude a la cabaña y ve indicios de que allí ha ocurrido algo. Miranda ha desaparecido, no hay ni una pista sobre su paradero y Ryan sabe que los secretos que hay en su matrimonio pueden jugar en su contra... ¿es él el culpable de su desaparición? ¿cómo era su relación? ¿las apariencias engañan?....

Para mí la lectura estuvo llena de altibajos. Diría que la parte central fue la mejor, ya que ahí estuve más intrigada, pero el inicio y los últimos capítulos me parecieron bastante flojos (aunque fue por diferentes razones).

Lo malo de los primeros capítulos fue que la historia me recordaba a "Perdida" en ciertos aspectos (el marido que reacciona de un modo ligeramente sospechoso, los capítulos estilo diario de la esposa contando cómo se conocieron y cómo fue evolucionando su relación, las contradicciones entre una versión y otra...). La diferencia es que "Perdida" tenía mucho más ritmo desde el principio y realmente lograba que quisieras saberlo todo de Nick y Amy. En el caso de esta novela, vi demasiada frialdad a la hora de hablar de la relación. 

Ryan no parece tener una verdadera conexión emocional con su esposa ni da la impresión de que le importe conocer su paradero. Responde en modo autómata a lo que le preguntan y siempre focaliza más la atención en sí mismo y en sus miedos. 

En cuando a Miranda, pues más de lo mismo, no vi una progresión en lo que ella narra: no importa si habla de la época dorada de su relación o de los problemas que fueron surgiendo, siempre se muestra distante y está muy centrada en lamentarse constantemente de algo.

Es como si cada uno hubiera ido por su lado en su relación. Al no creerme ninguna de las versiones ni ver auténticas razones por las que uno querría hacerle daño al otro, pues no conseguí conectar con ellos. Cuando se cuentan determinadas cosas que podrían justificar el declive del matrimonio, lo que yo no entendía era por qué estaban juntos. De hecho, ni siquiera le vi sentido a que llegaran a casarse. 

Además, por si esto fuera poco, a medida que avanza el libro, van pasando de ser protagonistas a ser personajes secundarios.

Resulta que Ryan tuvo un mentor en la universidad, James Black, al que adoraba y que es considerado uno de los mejores directores de cine de la historia. Como Ryan y Miranda estudiaron cine, él les dio clase y acabó convirtiéndose en su amigo. James va adquiriendo cada vez más importancia, pero no en el sentido de resultar clave para resolver el misterio de Miranda, sino que más bien es como si él fuera el verdadero protagonista. Se narra su juventud y también nos adentramos en un romance prohibido que tuvo... no digo que esto no tenga ningún tipo de relación con lo de Miranda, pero la fusión de las dos tramas no está bien hecha.

A nivel personal, considero que si le vas a dar protagonismo a dos personajes, tienes que saber equilibrar el interés que ambos pueden suscitar y conseguir que uno no te haga olvidar al otro. Cuando lo de James va adquiriendo más importancia, lo de Miranda queda como una anécdota cuyo principal objetivo es servir de excusa para contar lo de James. Eso no significa que lo de James me resultara fascinante, realmente me generaba tanta indiferencia como lo de Miranda, pero a lo que me refiero es a que su personaje acabó anulando el protagonismo de Ryan y Miranda.

Y cuando llega el punto de descubrir la relación entre ambas tramas... qué desastre. Cada cual tendrá su opinión y todas son respetables, pero vi muy forzado el nexo de unión de las dos historias. No solo porque el asunto era rebuscado, sino porque de repente el autor empezó a meter excusas para intentar justificar las decisiones de un personaje. Y no solo eso, sino que era como si ninguno estuviera cuerdo y viera muy bien traspasar cualquier límite y dejarse llevar.

No solo un personaje deberá pagar por sus actos, al final todos deberás hacer frente a las decisiones que han tomado, aunque el destino de algunos sea muy pero que muy surrealista... Yo no sé si os pasará igual si leéis el libro, pero yo no sabía ni qué cara poner con el desenlace. Lo que ocurre para mí es un disparate... eso sí, teniendo en cuentas las locuras de los personajes, no sé ni de qué me sorprendí. 

Quiero destacar que tampoco hay una investigación propiamente dicha en la historia. La policía tiene un papel meramente decorativo. Hacen alguna que otra preguntita, se creen prácticamente cualquier cosa que les cuenten y da la impresión de que lo que quieren es zanjar rápido el tema. No tienen un peso especial en el desarrollo de los acontecimientos y, teniendo en cuenta lo chapuceros que fueron algunos personajes, es llamativo que no despertaran sus sospechas.

Como dije anteriormente, solo la parte central de la novela se salva. Ahí da la impresión de que va a coger ritmo y de que por fin terminamos la parte introductoria, pero luego vuelve a caer en la monotonía. Los capítulos no son muy largos, así que al menos eso ayuda a avanzar, ya que vas cambiando constantemente de escenario.

No descarto volver a leer algo de Javier Castillo, ya que no me desagrada su estilo, el problema aquí ha sido que no he logrado conectar con los personajes ni creerme sus motivaciones para hacer lo que hacen. Si le sumamos eso a lo de que la historia me ha recordado a otras y a que no ha sabido equilibrar bien las dos tramas principales, pues ahí tenéis los motivos de mi decepción.

Valoración del libro: 3,5/10 "Una historia que podría haber dado más de sí. En verdad, hay que desentrañar dos misterios, pero en ninguno se ahonda correctamente. Falta más sentimiento en la narración y darle más sentido a la forma de actuar de todos los personajes. Lo peor es el desenlace, para mí no es más surrealista porque no se puede".

Todo lo expresado anteriormente es mi opinión, esto no significa que esté en contra de otros puntos de vista u otro tipo de opiniones. Si queréis preguntar algo o queréis dar vuestra valoración, no dudéis en dejar vuestro comentario, siempre que lo hagáis de modo respetuoso.