TÍTULO: SED
TÍTULO ORIGINAL: DRY
AUTORES: NEAL SHUSTERMAN Y JARROD SHUSTERMAN
Alyssa vive con su familia al sur de California, en un barrio residencial muy apacible... hasta que, un día, del fregadero deja de salir agua. Tras padecer varios años de sequía, eso tampoco es extraño, allí todo el mundo está acostumbrado a las advertencias: no riegues el césped, no llenes la piscina, no te des duchas largas.
Pero esta vez ya no queda agua que ahorrar.
En muy poco tiempo, el supermercado del apacible barrio residencia se ha llenado de familias desesperadas y dispuestas a todo con tal de conseguir un bidón de agua. Y cuando sus padres salen en busca de provisiones y no regresan, Alyssa, su hermano y el peculiar vecino que los acompaña no tienen más remedio que empezar a tomar decisiones difíciles para sobrevivir. Cueste lo que cueste.
(Portada y sinopsis
de la edición publicada
por Nocturna Ediciones)
OPINIÓN PERSONAL
Sed consigue que valores cada gota de agua mientras lees. A pesar de que había visto nombrar esta novela, nunca le había prestado demasiada atención. Sin embargo, hace unos meses me topé con ella en una librería de 2º mano y, al leer detenidamente la sinopsis, supe que sí o sí tenía que darle una oportunidad. La premisa de quedarse repentinamente sin agua me pareció llamativa y necesitaba saber cómo se desarrollaría una trama con semejante situación. ¿Ha cumplido mis expectativas? Sí. De hecho, ha rozado la perfección y solo un par de detalles me impiden darle la nota máxima.
No sé en vuestras ciudades, pero en la isla en la que resido lleva tiempo hablándose de la sequia y se intenta concienciar sobre el uso responsable del agua. En mi ciudad en concreto no se han dado todavía cortes de suministro, pero ya he visto que en otros sitios sí. En Sed, los protagonistas viven en California y se cuenta que poco a poco se ha ido prohibiendo llenar piscinas o regar el césped, pero lo que no se esperaban es que, sin previo aviso, el agua dejara de salir del grifo a raíz de un conflicto con otras zonas del país. En teoría, las autoridades les dicen que será algo que se solucionará pronto, pero las horas empiezan a pasar y la desesperación crece...
Aunque hay diversos narradores, la protagonista principal es Alyssa. Tiene 16 años y, al igual que el resto de sus vecinos, se queda en shock cuando se corta el abastecimiento de agua. Vive con su hermano pequeño Garrett, sus padres y su tío, pero ninguno sabe actuar a tiempo. Esto no lo digo como una crítica ya que, al igual que ellos, puede que muchos en su situación decidiéramos limitarnos a esperar a que restablecieran el suministro y que eso luego jugara en nuestra contra.
Cuando Alyssa y su familia se deciden a ir al supermercado a comprar algunas botellas de agua, ya ven que el caos se está desatando y que la gente es capaz de cualquier cosa por hacerse con la última garrafa de agua o con el último saco de hielo...
El libro te atrapa desde la primera página. Es imposible no engancharse de inmediato al ver el corte repentino de agua y las reacciones que se van dando. Además, los autores consiguen que resulte creíble el rumbo que va tomando la trama. Manejan muy bien a los distintos personajes y hacen que la tensión vaya aumentando poco a poco para que la historia sea lo más realista posible. Y por si eso fuera poco, también demuestran que, en una situación así, el ingenio para buscar agua es fundamental.
Aunque la novela me hizo pensar en modos de obtener agua que no me había planteado, sí que se me hizo raro que no se hablara de alimentos ricos en líquido.
Esa es una de las cosas que me chirrió... ¿por qué nunca se menciona que la gente busque hidratarse con gelatinas, latas de frutas en conserva, yogures, etc.? A ver, que no soy ignorante y sé que eso sería como poner un parche a un agujero. Pero hay que reconocer que, a pesar de que eso no solucione el problema, temporalmente sí que sirve para mitigarlo. No quiero desvelar de dónde intentan sacar agua por que vale la pena ir leyendo y sorprendiéndote, pero me extraño que no se hablara de algunas alternativas.
Más allá de eso, es innegable que sí que consiguen que se perciba la manera en la que la sed comienza a causar estragos. Pequeñas peleas, insurrección, egoísmo, pérdida de escrúpulos... es bastante fascinante la forma en la que se van desarrollando los acontecimientos.
Cuando las circunstancias se complican, Alyssa se verá obligada a confiar en Kelton, su vecino, que pertenece a una familia que lleva años preparándose para el apocalipsis y por eso están bien equipados para afrontar lo que está sucediendo. Junto con otros personajes, acabarán emprendiendo su propia lucha por la supervivencia y, creedme, será un viaje que os dejará sin aliento y en el que no os será fácil intuir qué será lo siguiente que ocurrirá.
Como es lógico, a medida que las horas y los días vayan pasando, se notará más la desesperación. Si ahora tienes sed, te levantas y te tomas un trago de agua, pero... ¿qué pasa si llevas días en los que solo has podido dar algún que otro sorbo y te estás quedando sin reservas? Las consecuencias a nivel físico y psicológico van siendo cada vez más notables y eso aquí se transmite correctamente.
A eso hay que sumarle el conflicto que surge si te ves obligado a actuar de un modo que nunca imaginaste. Me agradó la debacle emocional que sintieron varios personajes y que reflexionaran sobre los límites que estamos dispuestos a sobrepasar a cambio de sobrevivir.
La mayoría de los personajes principales son adolescentes, pero no debéis subestimarlos por ello. Tienen alguna que otra actitud inmadura relacionada con su edad o con su inexperiencia en algunos aspectos, pero, en general, son coherentes y su comportamiento es acorde a lo que están viviendo. Es más, se ve cómo actúan algunos adultos y queda claro que la madurez no es sinónimo de sensatez. El tono de la historia no es infantil en ningún instante y se dan situaciones trágicas en varios momentos. También se dan hechos desagradables, pero los autores logran que entiendas lo que pasa sin necesidad de recrearse en detalles que pudieran resultar incómodos para algunos lectores.
La lectura va siendo cada vez más frenética a medida que avanzas y la incertidumbre sobre cuál será el desenlace es cada vez mayor. No se puede dar nada por hecho y llega un instante en el que te dan ganas de meterte en el libro y darles agua a los personajes, ya que es increíble lo bien que se transmite su desesperación por conseguirla.
El cierre me dejó una sensación ligeramente agridulce. No hay cabos sueltos y, dentro de lo que cabe, se puede aceptar lo que sucede, pero también hay que reconocer que en el último segundo hay sucesos muy convenientes para llegar hasta ahí. No me disgustó, de hecho, disfruté con algunos giros, lo que pasa es que también me parecía que se estaban varias casualidades.
Valoración del libro: 9/10 "Lección principal que te deja esta novela: tened reservas de agua en casa y no os dediquéis a mencionárselo a cualquiera si hay un corte de suministro. La lectura es adictiva desde la primera página y la tensión va aumentando de forma progresiva y realista. A medida que avanzas, vas reflexionando cada vez más sobre lo importante que es el agua y el caos que se puede generar si te quedas sin ella de repente. Los personajes logran que te impliques en su lucha por la supervivencia y no es sencillo intuir cómo se desarrollará todo. Le faltó muy poco para ser un libro 100% perfecto".
Dato curioso: en la propia contraportada se menciona que se "está preparando su adaptación cinematográfica". Mi edición es de 2019 y, actualmente (octubre de 2025), no se ha grabado dicha adaptación ni hay noticias sobre ella, así que se ve que es un proyecto que no llegó a cuajar.
Todo lo expresado anteriormente es mi opinión, esto no significa que esté en contra de otros puntos de vista u otro tipo de opiniones. Si queréis preguntar algo o queréis dar vuestra valoración, no dudéis en dejar vuestro comentario, siempre que lo hagáis de modo respetuoso.