La grieta del silencio, Javier Castillo

TÍTULO: LA GRIETA DEL SILENCIO

MIREN TRIGGS #3

AUTOR: JAVIER CASTILLO

Staten Island, 1981. La bicicleta de Daniel Miller aparece abandonada en las inmediaciones de su casa. No hay rastro del pequeño. Treinta años después, en 2011, la periodista de investigación del Manhattan Press Miren Triggs sigue una pista que la conduce hasta el terrible hallazgo de un cadáver con los labios sellados.

Miren Triggs y Jim Schmoer, su antiguo profesor de periodismo, tratarán de descubrir qué vincula ambos casos mientras ayudan a Ben Miller, padre de Daniel y ex inspector del FBI, a reconstruir por última vez la desaparición de su hijo. Se adentrarán así en las profundidades de un enigma lleno de recovecos en los que resuenan las voces del pasado. ¿Qué le sucedió a Daniel? ¿Quién se esconde tras el horrible asesinato? ¿Puede el silencio ser el refugio de la verdad?

(Portada y sinopsis 

de la edición publicada 

por Suma de Letras, 

sello editorial de Penguin Random House)

OPINIÓN PERSONAL

Intrigante y con un pequeño toque emotivo. Desde mi punto de vista, es el mejor libro de la trilogía protagonizada por Miren Triggs. Aunque lo de "trilogía" lo digo sin estar segura, ya que hay alguna que otra pequeña frase en la historia que te hace pensar que Javier Castillo no descarta recuperar a este personaje en el futuro. 

Admito que no estaba muy convencida de leerlo, pero, independientemente de algunas polémicas que ha tenido el autor, a mí casi todas sus obras me han gustado bastante, así que no quería perderme ésta. Además, él venía a firmar a la isla donde vivo (Tenerife) y yo quería asistir (y valió la pena, ya que realmente comprobé que Javier Castillo es una persona muy cercana durante sus firmas. No dudó en saludar a toda la cola y, mientras firmaba cada ejemplar, charlaba un poco con cada asistente y desprendía auténtica amabilidad). 

¿Se puede leer La grieta del silencio sin haber leído previamente La chica de nieve y El juego del alma? Yo diría que no. Es cierto que el caso que centra el foco de atención no tiene conexión con los de los libros anteriores, pero sí que tenemos como protagonistas a personajes que ya conocíamos y que han ido superando diversas vivencias que son las que hacen que ahora estén en una determinada situación. Por tanto, es mejor no saltarse los otros libros, no porque os vayáis a sentir totalmente perdidos si lo hacéis, sino porque así comprenderéis mejor los traumas y miedos que atormentan a los protagonistas. 

Aquí nos encontramos con Miren y Jim disfrutando de cierta estabilidad. Tras los sucesos de El juego del alma, ambos han vuelto a disfrutar del éxito al plasmar lo ocurrido en una novela que ha sido un éxito, aunque cada uno lo afronta de manera diferente. Mientras que Miren prefiere permanecer en la sombra y centrarse en su faceta como periodista, Jim intenta relacionarse con la gente y no renegar del pasado. 

Foto que realicé en el banco literario
dedicado a este libro en Madrid (2024)

Por otro lado, Ben acaba de jubilarse y ya no forma parte del FBI, pero quiere intentar resolver la incógnita que ha marcado su vida: ¿dónde está su hijo Daniel? Tenía 7 años cuando desapareció y, tres décadas después, sigue sin saberse qué le pasó. 

Como sabe que Miren y Jim han logrado resolver otras desapariciones, Ben decide acudir a Jim y pedirle que le eche un ojo al caso de su hijo. Lo que no espera es que la verdad sea incluso más dolorosa de lo que imaginó...

Las primeras páginas te atrapan y las últimas te destrozan.

En esta ocasión, sentí que Jim y Ben eran los que más estaban al mando de la historia. No es que Miren no tenga presencia, pero, una vez más, está luchando con sus demonios internos y con una nueva amenaza que parece ir directamente contra ella. A pesar de eso, no es tan repetitiva como en las entregas anteriores. Se nota que esta vez sí que quiere zanjar determinados asuntos y se ve una evolución en ella. Aunque da la impresión de que ella sigue un rumbo y los demás personajes otro, al final se logra que todos vayan encajando correctamente en los acontecimientos más importantes. 

En cuanto a Jim, vuelve a demostrar su tenacidad, su paciencia y su compromiso con la búsqueda de respuestas. Me encantó su personaje y me alegró que tuviera más relevancia que nunca. A esto hay que sumarle que su relación con Miren es muy peculiar y, como siempre, me agradó que ninguno intente cortarle las alas al otro. 

Pero, de todos, Ben es el que más se juega en todo esto. El análisis de la desaparición de su hijo te sobrecoge y consigue que te pongas en su lugar y en el de su esposa. De un instante a otro, pasaron de ser una familia feliz a unos padres devastados, y han tenido que vivir 30 años con la incógnita del paradero de su hijo. ¿Está vivo? ¿Está muerto? ¿Fue secuestrado? ¿Quién miente y quién dice la verdad? Se muestra muy bien cómo un simple acto aparentemente inofensivo puede desencadenar en un cúmulo de acontecimientos que lo cambian todo. En el caso de Daniel, el día en que desapareció parecía uno más. Nada indicaba que fuera a suceder nada extraordinario, esperaba en la puerta del colegio a su padre, quien se iba a retrasar unos minutos, y sencillamente se esfumó sin que dejar rastro. A medida que vamos ahondando en los testimonios de todos aquellos que estuvieron presentes en aquel momento, la incertidumbre va creciendo. Cuesta hacer teorías sólidas sobre lo que pudo pasar porque la mayoría de pistas parecen llevar a un callejón sin salida.

El ritmo es bueno y se van enlazando bien los diferentes hechos. La lectura nunca aburre y no negaré que estaba ansiosa por conocer el desenlace. Ahora bien, hay un pequeño punto negativo: las casualidades milagrosas. Las respuestas a los diversos interrogantes tienen lógica y son coherentes a lo que se va descubriendo, pero la forma de llegar a ellas es cuestionable. Me cuesta creer que varios secretos hayan pasado décadas enterrados y que luego, por mera casualidad, los personajes se vayan topando con ellos (y encima, algunos personajes llegan por separado al meollo de la cuestión y lo hacen al mismo tiempo). Si nos ponemos tiquismiquis, es llamativo y poco creíble, y más porque todo tiene lugar en un periodo de tiempo muy corto (apenas 3-4 días). Le resto puntuación por eso, aunque mi impresión global es muy positiva por el enganche que genera el libro. 

Las últimas páginas están cargadas de sentimiento e incluso me vi a un paso de llorar con una escena en concreto. Puede que no hubiera estado de más extender mejor la reacción a ciertos descubrimientos, pero se zanjan bien todos los aspectos principales de la trama.

Sé que no hay que apurar a los autores, pero ya estoy deseando saber cuál será la siguiente historia que nos ofrezca Javier Castillo :)

Valoración del libro: 8,5/10 "Un caso sin resolver. Unos padres que necesitan obtener respuestas después de 30 años sin saber nada. Miren y Jim nuevamente poniendo en riesgo su propia seguridad en una historia que te atrapa desde sus primeras páginas. El factor emotivo está muy presente en diversos instantes y no es sencillo resolver el interrogante principal. Hay varios elementos que parecen ser distractores, aunque luego todo tiene conexión. Lo que más chirría es la forma tan conveniente en la que varios personajes se van topando con pistas cruciales. Eso es cuestionable, pero al menos lo que se descubre tiene sentido. Una lectura que ha mantenido mi atención en todo momento". 

Todo lo expresado anteriormente es mi opinión, esto no significa que esté en contra de otros puntos de vista u otro tipo de opiniones. Si queréis preguntar algo o queréis dar vuestra valoración, no dudéis en dejar vuestro comentario, siempre que lo hagáis de modo respetuoso.