Aguas heladas, Gisa Klönne

TÍTULO: AGUAS HELADAS

TÍTULO ORIGINAL: UNTER DEM HEIS

SAGA JUDITH KRIEGER #2

AUTORA: GISA KLÖNNE

Mientras la inspectora Judith Krieger investiga la desaparición en Canadá de su amiga Charlotte, una ornitóloga; su compañero Manfred Korzilius se ocupa del aparente secuestro de un niño cuando paseaba con su perro por las calles de Colonia. 

Ambos casos causarán bastantes quebraderos de cabeza a los dos jóvenes policías que ya tienen suficientes preocupaciones en su vida privada.

(Portada y sinopsis

de la edición publicada

por Ediciones Maeva)

OPINIÓN PERSONAL

Más o menos pasable, pero carece de fuerza a la hora de adentrarse en ciertos temas. Lo cogí por impulso en la biblioteca y no esperaba gran cosa, así que tampoco puede decirse que me haya llevado un chasco. 

Al añadirlo a mi perfil en Goodreads, vi que en su ficha salía que era la 2º parte de la saga Judith Krieger, algo que no se menciona por ningún lado en la edición española (ni en la sinopsis ni en las frases promocionales). En general, esto no estropea la lectura. Los casos de "Aguas heladas" empiezan y acaban en este libro. En lo único en lo que se nota que es una continuación es en el hecho de que Judith y Manni, los policías protagonistas, parecen cargar con el peso de unos sucesos trágicos que les llevaron a perder temporalmente sus puestos, y aquí dichos sucesos son explicados muy por encima. De todos modos, aunque hubiera querido leer el 1º, cuyo título es "Der Wald ist Schweigen", no hubiera podido, ya que nunca fue traducido al español. De la saga, la cual está compuesta por 6 libros, solo están en español el de "Aguas heladas" y "Una noche sin sombras", que sería el 3º. 

Dejo de enrollarme y me centro con la trama que nos presenta "Aguas heladas". 

Tenemos dos líneas argumentales que se van desarrollando al mismo tiempo. 

Por un lado, Judith, que se encuentra ahora mismo en una especie de vacaciones forzosas, decide ayudar a un antiguo compañero de clase a localizar a Charlotte, otra antigua compañera de la que Judith lleva años sin saber nada. 

Supuestamente, Charlotte se fue de viaje a Canadá para poder contemplar a unas aves que le causaban fascinación, pero no volvió en la fecha prevista y nunca volvió a contactar con sus conocidos. Como Judith se siente culpable de cómo se portó con ella en la adolescencia, decide intentar dar con su paradero.

Secretos, presuntos amoríos, sueños rotos... eso es lo que marca esta parte de la trama.

Por otro lado, tenemos la desaparición de un adolescente. 

El agente Manni ha sido degradado y ha perdido su puesto en el departamento de homicidios. Ahora le han asignado a casos de desapariciones y él solo sueña con destacar en uno para volver a su cargo anterior. La desaparición de Jonny, un chaval que estaba en un campamento junto a su padre adoptivo (los padres de Jonny murieron y él se fue a vivir con sus tíos maternos, los cuales siempre lo presentan como a un hijo propio), será la nueva investigación que le asignen. 

Tanto Jonny como su perro llevan días sin dar señales de vida, pero ni su padre ni otros testigos saben precisar exactamente cuándo los vieron por última vez. 

Lo que podría parecer una simple fuga inofensiva, acabará derivando en unas revelaciones que van más allá de un único delito. 

El único vínculo de ambas tramas es que Judith y Manni se conocen. Ambos eran compañeros de trabajo y siguen en la misma comisaría. Los casos en sí no tienen ninguna conexión. Posiblemente fue culpa mía hacerme una idea equivocada sobre lo que iba a encontrar en esta lectura, pero yo daba por hecho que ambas investigaciones acabarían estando vinculadas de alguna manera. Sin embargo, no es así, y lamento decir que no le veo ningún sentido a intentar hacer dos libros en uno, ya que el caso de Jonny era suficiente para sostener esta novela y no sé a cuento de qué se añadió lo de Charlotte. El hecho de estar alternando dos tramas que no están conectadas sólo sirve para que no se ahonde lo suficiente en las circunstancias y temas que se pretenden destacar en cada una de ellas. Cuando se comienza a tocar algún tema delicado, toca saltar a otro, y a ningún personaje le da tiempo a analizar correctamente los orígenes y las consecuencias de su situación.

También quiero destacar que la forma de actuar de Judith en el caso de Charlotte es más que cuestionable. Es cierto que es una investigación que ella hace de modo extraoficial, pero su forma de proceder no se corresponde con el de la presunta agente experimentada que la autora nos quiere vender que es. Comete errores de principiante, hace conjeturas sin apenas pruebas, se fía de personajes que son sospechosos, no actúa con precaución al acercarse a presuntos delincuentes... y ya ni hablemos del instalove que la autora mete de repente y que parecía una excusa barata para meter un romance que no tiene ni lógica ni base. Además, el personaje de Charlotte está deslucido, lo cual es absurdo porque ella es la presunta victima y Judith debería haber intentado conocer mejor su yo real. Curiosamente, en lo que más se hace hincapié es en su pasión por las aves, pero no nos adentramos lo suficiente en otros aspectos de su vida, los cuales acaban siendo claves para entender su destino. 

En cuanto a la desaparición de Jonny, lo suyo está mejor tratado. Vamos conociendo su situación familiar y a la gente que componía su entorno, y es innegable que tenía varios secretos. Sin embargo, a quien más acabamos conociendo es a un amigo suyo. En más de una ocasión, Jonny me pareció una excusa para que ese amigo contara su propia historia. En todo caso, eso no evita que queramos saber qué le ocurrió y cuál es su paradero. Y lo del amigo duele, duele mucho, os aseguro que son páginas que causan rabia e impotencia. Esa parte me tuvo en vilo y reconozco que sufrí con algunos sucesos.

Esta novela pretende abordar temas como el acoso, la depresión, la violencia escolar, el miedo a decepcionar a los demás, el temor a la soledad o la poca fiabilidad que le damos en ocasiones al testimonio de personas de edad avanzada. El problema es que el libro quiere abarcar demasiado y eso provoca que no se profundice lo suficiente en lo que se está intentando contar. Lo relativo al bullying es lo que más impacto tiene, pero en lo demás es como si simplemente diéramos pinceladas de asuntos que podrían dar mucho más de sí. 

El desenlace cierra los principales interrogantes, aunque hay una escena que resulta un poco extraña y forzada. Digamos que se pretende buscar una redención final que no está lo suficientemente justificada. No me quedó claro si era una subtrama que se iba a dejar en el aire para el siguiente libro o si únicamente era una forma rápida de maquillar determinados actos.

Como distracción, pues no ha estado del todo mal, pero no puedo negar que algunos capítulos me han resultado aburridos. La trama tarda en arrancar y durante bastantes páginas le damos vueltas una y otra vez a los mismos datos sin que se note ningún avance verdaderamente relevante. Luego mejora, pero nunca me dejó extasiada. No descartaría volver a leer algo de la autora, pero no es una prioridad.

Valoración del libro: 5/10 "Dos protagonistas que se conocen y dos casos que no tienen ningún vínculo entre sí. Me decepcionó un poco esa falta de nexo porque una investigación eclipsa a la otra. Es más, ni siquiera tiene sentido la forma de desarrollar determinados aspectos. A la trama le cuesta arrancar y los descubrimientos tardan en llegar, aunque, en términos generales, la lectura es más o menos llevadera. Lamentablemente, sé que es una historia que olvidaré a corto plazo". 

Todo lo expresado anteriormente es mi opinión, esto no significa que esté en contra de otros puntos de vista u otro tipo de opiniones. Si queréis preguntar algo o queréis dar vuestra valoración, no dudéis en dejar vuestro comentario, siempre que lo hagáis de modo respetuoso.