TÍTULO: EL GUARDIÁN INVISIBLE
TRILOGÍA DEL BAZTÁN: 1º PARTE
AUTORA: DOLORES REDONDO
En los márgenes del río Baztán, en el valle de Navarra, aparece el cuerpo desnudo de una adolescente en unas circunstancias que lo ponen en relación con un asesinato ocurrido en los alrededores un mes atrás.
La inspectora de la sección de homicidios de la Policía Foral, Amaia Salazar, será la encargada de dirigir una investigación que la llevará de vuelta a Elizondo, una pequeña población de donde es originaria y de la que ha tratado de huir toda su vida.
Enfrentada con las cada vez más complicadas derivaciones del caso y con sus propios fantasmas familiares, la investigación de Amaia es una carrera contrarreloj para dar con un asesino que puede mostrar el rostro más aterrador de una realidad brutal.
Ficha técnica completa aquí)
OPINIÓN PERSONAL
Voy a empezar poniendo el típico aviso que añado siempre que voy a hacer una reseña muy negativa:
si alguien ama este libro y no se va a tomar bien una crítica negativa, que se ahorre leer mi entrada.
Acepto comparar opiniones, pero no admito que nadie me diga algo tipo "no sabes leer" para menospreciar la mía. Dicho esto, comienzo contándoos por qué leí
"El guardián invisible". Aquellas personas que visitáis mi blog a menudo, me habréis visto mencionar que suelo hacer lecturas conjuntas con Carme, administradora del blog
"A la luz de las velas", y que la lista de libros que tenemos está maldita. Sí, así como leéis, MALDITA, no hay otra forma de definirla, ya que de ahí salen pocas lecturas buenas. Pues bien,
"El guardián invisible" junto con
"La última noche en Tremore Beach" (reseña aquí), fueron las opciones elegidas para pasar un poco de miedo o inquietud en octubre y así celebrar Halloween. ¿Acertamos? NO. Miedo tuvimos... pero miedo a nuestra mala suerte escogiendo, ya que nos aburrimos y nos cabreamos con muchas cosas de ambas historias
(aunque la de Tremore a mí me pareció un poquito más amena que la de "El guardián invisible). La furia de Carme con
"El guardián invisible" la podéis ver
aquí (hizo la reseña directamente en Goodreads y no en su blog).
Esta novela tiene como protagonista a Amaia Salazar, una inspectora que tendrá que hacerse cargo de la investigación de varios asesinatos en Elizondo (Navarra.- España), su pueblo natal.
El comienzo no está nada mal, de hecho, el primer capítulo es lo único bueno de todo el libro porque consigue crear interés por la historia y sabe presentarnos un crimen inquietante que ejercerá como detonante del resto sucesos de la novela.
En ese primer capítulo se nos informa del hallazgo del cuerpo semidesnudo de una adolescente cerca del río. Quien acabó con su vida la estranguló con un cordel, le rasgó la ropa, le rasuró el pubis y le colocó un txantxigorri
(un pastel típico de la zona) encima de esa parte de su anatomía. Por la forma en la que el cadáver está colocado, es como si el asesino hubiera preparado el escenario, así que queda claro ha sido un crimen premeditado.
Pero esa chica no es la primera víctima y no será la última, así que Amaia deberá darse prisa en resolver el caso... o tal vez no... no vaya a ser que la pobre se estrese queriendo dedicarle más tiempo de la cuenta a la investigación....
Después de un inicio que a mí me hizo creer que la lectura sería adictiva, todo se vino abajo. Para empezar, pocas veces he visto a policías tan aletargados como los de este libro. Se lo toman todo con una calma tremenda y repiten una y otra vez los mismos datos sin dignarse a indagar demasiado en más detalles y sin interrogar prácticamente a nadie. A mí me daba la impresión de que esperaban que las respuestas les cayeran del cielo. Y no solo eso, encima la autora te mete frases diciéndote que lo que vemos en series policíacas es mentira porque cosas como los análisis de ADN tardan como mínimo 15 días y es imposible hacer mucho en un turno de trabajo. Vale, acepto que no puedas resolver un caso en un turno de 8 horas, pero digo yo que sí que podrás analizar otras evidencias, adentrarte en el entorno de la víctima para saber si tenía relación con su asesino, avergüar si hay cámaras de seguridad o algo en la zona en la que desapareció, etc.
Más allá de lo obvio que se ve puede observar a simple vista en los escenarios de los crímenes, a nivel científico y racional casi no vemos nada más. En lo que se centra especialmente la trama es en hablar de dioses, experiencias místicas y el basajaun (un ser de leyenda que habita los bosques del Báztan y al que a Amaia solo le faltó ponerle una orden de búsqueda y captura). Perdemos más tiempo con lo fantasioso que con las evidencias reales. Respecto a pruebas palpables, el famoso txantxigorri es el único elemento clave que Amaia parece ver en los escenarios de los crímenes, y con ese dichoso pastelito suceden cosas muy surrealistas (tanto en la forma de analizarlo como de custodiarlo). A mí alguien me dice que la policía hace eso en la vida real y me quedo en shock de la impresión... SPOILER La familia de Amaia tiene un obrador, así que para tener más información del pastelito, Amaia se lo lleva a su hermana y ésta lo prueba. Sí, así como lo leéis, prueba un pastelito que ha estado encima del pubis de un cadáver en mitad del bosque. Debe de ser que las papilas gustativas de Flora, la hermana de Amaia, tienen más validez que el análisis que haga un laboratorio sobre la composición del pastelito. Y la cadena de custodia de esa prueba es lamentable si resulta que Amaia puede sacarlo de las instalaciones policiales para que su hermana se lo coma.. FIN DEL SPOILER. Y debe de ser que en los bosques del Baztán la gente es muy limpia y no te encuentras a los típicos guarros que hay en cualquier lado y que dejan basura en los entornos naturales, ya que hay un instante en el que hay que buscar unas toallitas (no aclaro para qué para no spoilearos demasiado) y se da el milagro de van al lugar y dan con ellas a la primera. Se ve que nadie más va allí y tira papeles, así que se da por hecho de inmediato que las que se encuentran son las que están buscando (yo es que esto no me lo puedo creer).
No soy policía ni he trabajado nunca de investigadora ni nada que se le parezca, pero me he tragado muchas series, películas y libros de crímenes y no veo normales algunos detalles de esta novela. Tal vez la equivocada soy yo, pero sea como sea, no me convence lo que he leído. Y lo que he dicho son solo algunos ejemplos, ya que hubieron más cosas que no me cuadraron.
Por si no fuera suficiente que todo lo referente a la investigación flojeara,
también hay que añadir el excesivo drama familiar que hay que aguantar.
Al parecer, Amaia evitó mucho a su familia a lo largo de los años, ya que ahora, en mitad del presunto caso más importante de su carrera, decide que quiere pensar en sus traumas y en la mala relación que tiene con una de sus dos hermanas.
Probablemente sea importante de cara al resto de la trilogía, pero en este libro no tiene sentido que se incida tanto en esos asuntos.
Encima Amaia se siente frustrada porque quiere ser madre y no logra quedarse embarazada. Si de verdad el personaje hubiera deseado eso, el tema me hubiera parecido importante, pero creo que solo quería ser madre porque es lo que se espera de una persona que está felizmente casada, así que lo vi hasta como algo negativo (y no es que yo me imaginara lo de que Amaia no estaba convencida con lo de tener un bebé, suceden varias cosas que lo dejan claro). De hecho, hasta encontré ofensivas determinadas afirmaciones. En la recta final aparece un personaje que no viene a cuento y que no aporta nada y dice que una mujer está incompleta si está en edad de concebir y no es madre. Como no voy a ponerme a hablar por otras mujeres, hablo por mí: ni tengo hijos ni tengo planes de tenerlos y no me siento menos mujer que otra que sí que sea madre.
Como decoración tenemos al marido de Amaia: James. Un hombre que nunca se enfada, que es la perfección personificada y que solo existe con el propósito de satisfacer a Amaia. Vamos, que no es más irreal porque no se puede. El único objetivo de sus apariciones es demostrar lo maravilloso que es y que Amaia nos repita una y otra vez que solo él la hace sentir mujer, que lo necesita para poder dormir, etc. Pero ojo, ya que ésta es la novela de las contradicciones, detrás de esa fachada de perfección, no os imagináis los secretitos y los arranques de rabia que Amaia tiene cuando no está delante de James. Para llevar 5 años casados, menuda hipocresía reina en ese matrimonio (por parte de Amaia, ya que a James solo lo vemos besando el suelo que ella pisa).
Los otros personajes secundarios no están bien caracterizados. Solo una de las hermanas de Amaia está bien perfilada y, a pesar de ser una grandísima insoportable, al menos se distingue de los demás. Ni siquiera a los policías es fácil distinguirlos, es como si un mismo personaje tuviera varios nombres. De vez en cuando, y sin que tenga ninguna relevacia de cara al supuesto misterio principal, la autora mete chismes de cada uno para que nos enteremos de su vida sexual o sus hobbies, pero es puro relleno.
Creo que la autora no tenía claro si hacer una novela sobre dramas familiares o un thriller, así que quiso mezclar ambas cosas y, desde mi humilde punto de vista, no le salió bien. La parte criminal está deslucida y resulta simple, y la parte del drama resulta forzada.
La lectura no es fluida. Hay muchas descripciones de calles, edificios y del entorno en general. A mí por lo menos no me pareció que fueran descripciones evocadoras que te transmitieran el ambiente especial del lugar. Me aburría bastante con ellas y con la falta de magia o de encanto a la hora de hablar de las leyendas.
Por último, debo destacar que
el desenlace tampoco me convenció. No es del todo sorpresivo y hay aspectos que no vi del correctamente justificados. De hecho, me dio la impresión de que la identidad del personaje responsable de los crímenes fue escogida a última hora.
Se resuelve todo a la prisa en los últimos capítulos y ni se profundiza bien en el modo de actuar de varios personajes. Incluso la principal evidencia para adivinar quién era el culpable me pareció débil SPOILER El análisis de la harina del pastelito fue la gran pista y no me creo que en toda la región nadie más usara exactamente esa composición si supuestamente allí es muy normal hacer ese pastelito FIN DEL SPOILER.
Tras esta lectura, me quedé sin ganas de seguir con "Legado en los huesos" y "Ofrenda a la tormenta", el resto de la trilogía, pero como la biblioteca digital de mi CCAA tiene las novelas gráficas, posiblemente les dé una oportunidad para tener una idea de cómo acaba la historia de Amaia. El caso criminal de "El guardián invisible" sí que quedó aparentemente cerrado en este libro, solo un detalle quedó en el aire...
Si habéis amado esta novela, que no os siente mal nada de lo que he dicho, yo entiendo que cada cual tiene su punto de vista y todos son respetables, lo que pasa es que no os puedo mentir y ponerme a dulcificar mi opinión solo por lo aclamada que es esta historia.
Adaptación cinematográfica
En 2017 se estrenó la película basada en este libro. Tiene a Marta Etura como protagonista principal interpretando a Amaia Salazar. y su duración aproximada es de 2 horas.
No la he visto, pero no descarto hacerlo. Si alguien quiere compartir sus impresiones sobre ella, es libre de dejar un comentario haciéndolo.
Valoración del libro: 2/10 "Con un comienzo prometedor, esta historia se viene abajo al poco de empezar. Más que en la resolución de unos crímenes, en lo que nos centramos es en ver los dramas familiares de la protagonista, los cuales aburren. La forma de investigar el caso es cuestionable, hay varios detalles que no cuadran y no se ve un verdadero interés por obtener respuestas. La lectura es pausada en todo momento y predomina más lo fantasioso que lo real. El desenlace hasta me pareció improvisado. Quisiera destacar algo positivo del libro, pero es que lo único que vi aceptable fue el inicio".
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