TÍTULO: LOS OJOS DE LA OSCURIDAD
TÍTULO ORIGINAL: THE EYES OF DARKNESS
AUTOR: DEAN KOONTZ
Tina, una joven y atractiva mujer, ha pasado un año infernal: ha perido a su hijo y se ha divorciado de su marido.
Ahora, se dispone a estrenar un espectáculo musical cuyo éxito puede aliviar el dolor pasado.
Pero el obsesivo y reiterado aviso de que su hijo no ha muerto se encarga de recordar a Tina y a Elliot, su nuevo compañero, que la pesadilla apenas ha empezado.
"Los ojos de la oscuridad" es una novela inquietante, que consigue mostrar realidades más duras que la propia muerte, aunque también más cargadas de esperanza.
OPINIÓN PERSONAL
No lo leáis solo para ver la presunta predicción del coronavirus. Conocí este libro cuando en plena pandemia comenzó a ser nombrado en los medios porque decían que, a pesar de haber sido escrito en 1981, mencionaba detalles que eran acordes a lo que estaba ocurriendo con el coronavirus. En aquel momento estaba descatalogado, pero una editorial lo reeditó poco después. Yo pensaba comprar esa nueva edición, pero finalmente me topé con otra de 2º mano y adquirí ésa. Y doy gracias al universo, ya que pagué una cantidad irrisoria y eso ha hecho me haya enfadado menos al ver que la historia no era lo que decían.
Más adelante comentaré exactamente el tema de la pandemia, pero os adelanto que la trama no gira en torno a ninguna situación así. Es más, ni siquiera se nombra ningún virus hasta la recta final. En todo caso, aclaro que eso no es lo que más me ha decepcionado, lo malo ha sido que la historia en sí no tiene nada llamativo y que lo más interesante del argumento está desaprovechado .
La protagonista es Tina, una mujer cuya vida se derrumbó tras la muerte de Danny, su hijo de 12 años, el cual falleció en un accidente que tuvo lugar durante una excursión escolar en la montaña. En esa tragedia también perdieron la vida otros 13 jóvenes y los dos monitores que les acompañaban. Según le comentaron a Tina, el cuerpo de su hijo quedó tan destrozado que era mejor que no lo viera, así que fue enterrado sin que sus padres pudieran verlo por última vez.
Tras eso, su matrimonio terminó de venirse abajo y se divorció. Ahora, poco más de un año después, Tina comienza a levantar cabeza e incluso está a punto de conseguir el éxito gracias a su trabajo produciendo un espectáculo musical.
Sin embargo, todo se viene abajo cuando comienzan a ocurrir cosas raras a su alrededor y el mensaje "NO ESTOY MUERTO" empieza a aparecer escrito en la habitación de su hijo y en otros sitios... ¿quién está poniendo esa frase? ¿alguien quiere hacerle daño a Tina o estamos ante un hecho sobrenatural? ¿es correcta la versión oficial de cómo murió Danny?...
El eje de la trama es saber qué le pasó realmente a Danny y ver cómo Tina y Elliot, un hombre del que Tina se enamora repentinamente, afrontan determinados hechos.
La inexplicable aparición de la frase "NO ESTOY MUERTO" es lo que más potencial tiene al inicio. Esa incógnita resulta bastante inquietante, especialmente porque no se ve nada que pueda justificar lo que está sucediendo. Además, en el primer tramo de la novela es muy fácil conectar con Tina y comprender lo abrumador que es todo para ella. En esas páginas, ella incluso duda de su propia estabilidad mental, algo lógico, ya que no es fácil aceptar lo que pasa, así que la posibilidad de que esté perturbada también se pone sobre la mesa.
Cuando ya la cosa se empieza a torcer es cuando pasamos del drama al romanticismo barato y a las conspiraciones chapuceras.
INSTALOVE.
Una gran y surrealista instalove, eso es lo que protagoniza Tina con Elliot, un hombre al que conoce el día del estreno del espectáculo en el que trabaja. Sinceramente, no sé cómo no se casaron a los 5 minutos de conocerse, ya que lo suyo era devoción pura con solo mirarse. Sin que haya una buena base para sus sentimientos,
tenemos que ver cómo, incluso en momentos de extrema tensión, estos dos siempre tienen tiempo para querer darse amor y para olvidar la amenaza que puede acabar con sus vidas.
No veo mal incluir romance en un thriller, pero no es cuestión de meterlo de cualquier forma, hay que currárselo para que sea creíble, y aquí Koontz parecía estar improvisando.
Descubrir qué le ocurrió realmente a Danny es el único aliciente para terminar la lectura, aunque admito que hasta esa parte de la trama se viene un poco abajo cuando las respuestas se empiezan a obtener de una manera cuestionable y demasiado conveniente.
Es cierto que el autor no divaga y que en general logra que la narración mantenga un ritmo medianamente bueno, pero yo a veces no sabía si en verdad pretendía ser gracioso o qué. Cuando Tina y Elliot deciden llevar a cabo ciertas acciones para que Tina acepte definitivamente la muerte de Danny, todo se complica aún más. Entra en juego el factor conspirativo, las persecuciones, las investigaciones... pero también hay que aguantar más escenas ridículas. Ejemplo: alguien sufre un atentado en su casa, la cual queda destruida, y lo primero que esa persona dice es que hay que esperar a que venga la compañía del seguro de incendios... ehh... ya claro... normal.... o sea, si te intentan matar... ¿para qué huir? Lo primordial es que el seguro te diga qué hacer ahora... (*sarcamo modo on*). No me he inventado el ejemplo, eso pasa. Y hay más situaciones de ese tipo, las cuales a mí me dejaban boquiabierta porque no entendía si era humor o si el autor hablaba en serio.
La lectura está llena de altibajos, hay instantes en los que vuelve a adquirir una tensión que te invita a querer seguir leyendo, pero otras veces lo que se narra genera pura indiferencia.
El desenlace fue de lo mejor, aunque es cierto que ahí hay que tener una mente muy abierta para aceptar tanto milagro repentino. Cuando digo que esa parte fue la mejor, me refiero a que fueron las páginas más amenas de todo el libro. Además, me gustó cómo quedó una puerta abierta respecto a crear una continuación centrada en la posible peligrosidad de uno de los personajes, pero nada más. El final resuelve las principales incógnitas, así que podría ser considerado totalmente autoconclusivo, pero eso no evita que lo que pasa en la última página no te deje con ganas de más. Y sí, sé que me he quejado de que la trama flojeó en varios puntos, pero eso último me pareció muy perturbador y un buen colofón final.
Para acabar, voy a adentrarme un poco en la gran polémica...
TEMA CORONAVIRUS.- ACLARACIONES. No es mi intención hacer spoiler, pero algo de lo que diga a continuación os puede dar una idea del rumbo que tomará la trama en la recta final, así que no leáis la parte con las letras rojas si queréis darle una oportunidad a este libro e ir totalmente a ciegas en este asunto.
Las únicas referencias a un virus tienen lugar a partir del capítulo 37, que es el penúltimo. En mi edición, dicho capítulo comienza en la página 306 (y son 334 en total). En todo caso, la mención a un virus es algo que solo sirve de cara a dar unas explicaciones finales, pero anteriormente eso no había tenido ninguna presencia en la historia.
Una de las polémicas en los medios es que decían que el libro mencionaba específicamente la ciudad china de Wuhan, que es donde empezó todo. Pues bien, lo de Wuhan dependerá de la edición que tengáis.
La mía es una en español publicada por Círculo de Lectores en 1992 y cuya traducción corre a cargo de Lorenzo Cortina. En mi edición nunca se menciona a Wuhan.
El virus en cuestión es denominado Gorki-400, y no Wuhan-400, que es como parece que sale en algunas ediciones. En la historia, Gorki-400 es un arma biológica soviética, pero eso se modificó años después de la publicación original y fue ahí cuando se le denominó Wuhan-400. Al parecer fue porque encajaba mejor con la situación política mundial y con el fin de la Guerra Fría.
Más allá de su denominación, los síntomas de Gorki/Wuhan-400, tampoco tienen mucho en común con el Covid-19. No soy doctora, así que no entraré en especificaciones muy técnicas, pero Gorki/Wuhan es un virus que mata a la mayoría de infectados tan solo 12 horas después de entrar en sus cuerpos (incluso se menciona que, salvo en casos excepcionales, lo máximo que se puede sobrevivir son 24 horas), mientras que el covid no tiene ese efecto letal tan rápido y tampoco es una condena a muerte para todo el que lo contraiga. Asimismo, Gorki/Wuhan y Covid-19 tampoco tienen muchas similitudes respecto a su modo de atacar el cuerpo humano. Gorki/Wuhan destruye el tejido cerebral y acaba con la parte del cerebro que controla todas las funciones del cuerpo, pero el coronavirus se ceba especialmente con el sistema respiratorio (y a partir de ahí puede derivar a otros problemas). El único punto en común entre Gorki/Wuhan y el Covid-19 es la aparente facilidad de transmisión.
Resumiendo: entiendo que los que leyeron la edición en la que sale mencionada Wuhan pudieran sorprenderse, pero no hay nada en la novela que haga pensar que estamos ante una predicción de lo que hemos vivido con el coronavirus. Desde mi punto de vista, lo del nombre es una simple casualidad.
Valoración del libro: 4,5/10 "Una historia que sirve como mero pasatiempo y que no cuenta con elementos que la hagan excesivamente memorable. Aunque tiene un pequeño tinte sobrenatural, no se le saca el suficiente partido. Hay una incógnita que se mantiene hasta el final y eso es lo único que invita a querer seguir leyendo, pero el libro pierde puntos por las situaciones ilógicas y por lo convenientes que resultan algunas ayudas que reciben los protagonistas. El cierre es interesante, pero más por lo que queda en el aire que por lo que realmente pasa. En todo caso, os aviso de que no debéis leer esta novela solo por su supuesta predicción del coronavirus, ya que no es verdad que contenga eso".
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