TÍTULO: AMANTE VENGADO
TÍTULO ORIGINAL: LOVER AVENGED
SAGA "LA HERMANDAD DE LA DAGA NEGRA": 7º LIBRO
AUTORA: J.R. WARD
LIBROS ANTERIORES:
OPINIÓN PERSONAL
Tras el chasco que me llevé con "Amante consagrado", tenía cierto miedo de continuar con la saga, pero J.R. Ward se ha encargado de eliminar todos mis temores."Amante vengado" es una maravilla y se ha convertido ya en mi libro favorito de la saga hasta ahora. De verdad, casi todos los anteriores me han encantado, pero éste ha sido absolutamente perfecto.
Aquí el protagonista principal es Rehvenge, el hermano de Bella, un personaje que me cayó bastante mal la primera vez que apareció en la saga. Su actitud tan conservadora con su hermana y su aparente frialdad no me hacían gracia, pero en "Amante consagrado" ya se empezó a vislumbrar cómo era de verdad y despertó mi interés. En "Amante vengado" toca conocer todos sus secretos y ver hasta qué punto está dispuesto a sacrificarse por amor.
Rehvenge es puro amor, así de claro, y hay que ir más allá de las apariencia para poder comprobarlo.
Aparentemente, es el peor tipo de hombre con el que alguien se puede cruzar: es un traficante, dirige un club en el que casi nada de lo que pasa allí es legal, no le tiembla la mano a la hora de castigar o acabar con sus enemigos y encima ahora parece que va a participar en una conspiración contra Wrath.
Como veréis, lo tiene todo para resultar despreciable, pero detrás de cada una de sus decisiones hay una razón y es un placer ir viendo que no es ni de lejos tan malo como parece.
Rehvenge carga con muchas culpas y también está obligado a someterse a los caprichos de una desgraciada para proteger a aquellas personas a las que quiere. Da la impresión de que no tiene ninguna escapatoria y de que, a pesar de tener dinero y poder, nunca podrá ser realmente libre. Pero conocer a Ehlena, una enfermera que le atenderá cuando deba ir a la clínica a de Havers a por su dosis de dopamina, hará que empiece a plantearse cómo sería ser amado y tener una vida normal...
En las primeras páginas lo pasé mal porque no me gustó para nada que Rehvenge fuera a actuar contra Wrath, pero la autora manejó con maestría este asunto y, cuando menos me lo esperaba, dio un sorpresón que me dejó con la boca abierta. En general, para mí es innegable que Ward es experta en ir dando pequeños giros en la trama que provocan que no puedas dar nada por sentado Gracias a eso, la lectura es adictiva y las más de 700 páginas de esta novela pasan volando.
Respecto a Ehlena, aunque la sinopsis la describe como una vampira virginal, la verdad es que no es así. Su experiencia con los hombres es limitada, pero no desconoce lo que es el sexo, sencillamente es que el único hombre al que creyó querer la traicionó. No tiene ganas de iniciar una relación con nadie y Rehvenge es el último hombre con el que lo intentaría, más que nada porque ve cómo la gente que se le acerca parece temerlo.
Además, mientras que Rehvenge lleva una vida rodeada de lujos, ella gana lo justo para vivir y para que su padre reciba los cuidados que necesita. Eran miembros de la Glymera, pero cayeron en desgracia y ahora dependen de su sueldo de enfermera para salir adelante. No tiene nada en común con Rehvenge, pero pequeñas conversaciones entre ellos harán que ambos se vayan dando cuenta de que cada uno es la pieza que faltaba en la vida del otro.
Todos sus encuentros son mágicos. No importa que discutan o que en ocasiones no hablen de nada que sea relevante, hay química entre los dos y eso se disfruta. Su complicidad es creíble y lo que va surgiendo entre ambos va desarrollándose con naturalidad. Eso no impide que haya drama, ya que Rehvenge no puede ofrecerle a Ehlena una relación normal y le aterroriza que ella descubra su mayor secreto.
Antes de empezar este libro ya sabíamos que él es un mestizo, mitad vampiro y mitad sympath, una hecho que le afecta en todo, incluida su vida sexual. Así que cuando está con Ehlena, debe poner bastante a prueba su autocontrol...
Aunque ya en los libros anteriores habían pequeñas menciones a los sympath, aquí es cuando vemos exactamente qué les caracteriza y por qué la sociedad vampira los rechaza. Muy pocos saben lo que Rehvenge es y por eso se ve amenazado. Si la Glymera descubriera lo que es, lo desterrarían y él teme que incluso Ehlena sintiera asco por él. Y no olvidemos que una sympath a la que ya conocimos en "Amante consagrado" es la que lo tiene chantajeado.
A ver, hay muchos frentes abiertos en la trama, pero ninguno sobra y todos están perfectamente encajados para resultar importantes de cara a que le va ocurriendo a Rehvenge.
En todo caso, aunque éste es su libro, me atrevería a decir que también es un poco el libro de Wrath. No desluce a Rehvenge, al contrario, lo que le va sucediendo a él también es muy interesante y vemos una nueva faceta suya. Hay muchas partes de la novela en las que comparten protagonismo y, si os gustaron Wrath y Beth en "Amante oscuro", aquí volveréis a disfrutar a lo grande de esta pareja. No todo es color de rosa entre ellos, Wrath le ha ocultado cosas a Beth y ahora debe de hacer frente a las consecuencias, así que vamos viendo si su amor es lo suficientemente solido como para aguantar determinadas mentiras. Si Rehvenge y Ehlena logran mantener en vilo a los lectores, os aseguro que Wrath y Beth también. Siempre echo en falta ver más cosas de las parejas anteriores en cada libro, pero aquí J.R. Ward me ha compensado y hasta Mary ha vuelto a salir un poco.
Como es lógico, dado que la siguiente parte de la saga, "Amante mío" (reseña disponible desde julio de 2021 aquí), está dedicada a Xhex y a John, aquí ellos también destacan.
Mientras que Xhex da lo mejor de sí en este libro, demostrando que es leal a aquellas personas a las que aprecia y que no titubeará ni un segundo en decir o hacer lo que quiere, John se convierte en un quejica al que todos deben comprender y que, sin embargo, no intenta entender a nadie.
Vale que Tohr y Xhex no son perfectos con él, pero creo que la cosa se le va de las manos y que su madurez brilla por su ausencia. Espero que Ward me sorprenda, porque ahora mismo mis expectativas con esta pareja no son muy altas...
El ritmo de la historia es fabuloso. No hay ni un momento de paz, la autora te tiene o suspirando de amor o con el alma en vilo. Hay acción a raudales, escenas de humor que disminuyen la tensión en ciertos momentos, interrogantes que te impiden despegarte de la lectura, instantes con una mezcla de dulzura y de erotismo que te hacen adorar a las parejas y un enfrentamiento que va gestándose y que te hace temerte lo peor respecto al destino de algunos personajes. A esto hay que añadirle que se habla de temas como la muerte y la confianza y no se hace de un modo frío, especialmente en lo referente a la muerte. En este sentido, hay un par de instantes que son bastante tristes y te hacen pensar en lo de que morir es lo único que no tiene solución en esta vida.
Las últimas páginas son un no parar de descubrimientos y decisiones que lo cambiarán todo: la Hermandad se encuentra en un momento crítico, Wrath deberá afrontar una realidad que siempre ha sido su peor pesadilla, Rehvenge llegará a un punto de no retorno y una desaparición hará que ya sepamos que vamos a sufrir mucho con el inicio del siguiente libro.
Y no iba a nombrarlos, pero al fin y al cabo, tampoco puedo ignorarlos. Mis "adorados" restrictores no han desaparecido del mapa y aquí se encargan de que no olvidemos que son unos plastas. Dentro de lo que cabe, sus escenas no son tan extensas como en otros libros y el papel de Lash hace que podamos concentrar nuestro odio en él. Al ser su nuevo "representante", concentra la atención y, aunque muchas de las cosas que hace son para alimentar su ego, no puedo negar que realmente es alguien decisivo de cara a lo que ocurre en el desenlace. Sigo manteniendo que los restrictores a veces tienen más protagonismo del necesario, pero al menos aquí no son tan corta rollos como en otras ocasiones.
Resumiendo todo lo que he dicho en la reseña...¿a qué estáis esperando para leer este libro? xD Si habéis empezado con esta saga, sí o sí tenéis que llegar a éste y ver a J.R. Ward dejar claro que la saga no ha llegado a un punto muerto. Si no os habéis sumergido todavía en el mundo de la Hermandad de la Daga Negra, yo os animo a hacerlo si os gustan los libros que mezclan muy bien romance, erotismo y acción. Eso sí, no me responsabilizo si luego se convierten en un vicio para vosotros...
Valoración del libro: 10/10 "Amor, pasión, drama, acción... esta novela lo tiene todo. Rehvenge es un protagonista lleno de luces y sombras que encandila y cuyo destino te mantiene en vilo. Su romance con Ehlena es sencillamente maravilloso y el toque de incertidumbre respecto a su futuro es una de las razones por las que es imposible parar de leer. Wrath también tiene bastante relevancia y vemos cómo su relación con Beth debe afrontar momentos complicados. Ni siquiera los restrictores y sus pequeñas pesadeces logran estropear la historia. Sin duda, mi libro favorito de la saga hasta ahora".
Todo lo expresado anteriormente es mi opinión, esto no significa que esté en contra de otros puntos de vista u otro tipo de opiniones. Si queréis preguntar algo o queréis dar vuestra valoración, no dudéis en dejar vuestro comentario, siempre que lo hagáis de modo respetuoso.
Mientras los hermanos vampiros defienden a toda su estirpe de los restrictores, la lealtad de un macho hacia la Hermandad será probada, y su peligrosa combinación de razas desvelada...
Caldwell, Nueva York, ha sido durante mucho tiempo el campo de batalla para los vampiros y sus enemigos, la Sociedad Restrictora. Y también es el lugar en el que Rehvenge se ha establecido como dueño y señor de la droga en el reconocido club nocturno ZeroSum. Su terrible reputación es precisamente la clave de por qué casi mata a Wrath, líder de la Hermandad.
Rehv siempre ha intentado mantenerse al margen de los hermanos, incluso teniendo a su propia hermana casada con uno de ellos. Pero una serie de malentendidos con los sympaths, de los que él forma parte, harán que se refugie en el único rayo de luz que encontrará en la oscuridad, Ehlena una vampira virginal que hará de barrera entre Rehv y la destrucción eterna.
Rehv siempre ha intentado mantenerse al margen de los hermanos, incluso teniendo a su propia hermana casada con uno de ellos. Pero una serie de malentendidos con los sympaths, de los que él forma parte, harán que se refugie en el único rayo de luz que encontrará en la oscuridad, Ehlena una vampira virginal que hará de barrera entre Rehv y la destrucción eterna.
(Fuente: Me gusta leer Ficha completa aquí)
AVISO: ÉSTE ES EL 7º LIBRO DE LA SAGA, POR LO QUE ES INEVITABLE QUE MI RESEÑA CONTENGA SPOILERS DE LOS LIBROS ANTERIORES A PESAR DE QUE EL PROTAGONISTA AQUÍ SEA OTRO.
LIBROS ANTERIORES:
OPINIÓN PERSONAL
Tras el chasco que me llevé con "Amante consagrado", tenía cierto miedo de continuar con la saga, pero J.R. Ward se ha encargado de eliminar todos mis temores."Amante vengado" es una maravilla y se ha convertido ya en mi libro favorito de la saga hasta ahora. De verdad, casi todos los anteriores me han encantado, pero éste ha sido absolutamente perfecto.
Aquí el protagonista principal es Rehvenge, el hermano de Bella, un personaje que me cayó bastante mal la primera vez que apareció en la saga. Su actitud tan conservadora con su hermana y su aparente frialdad no me hacían gracia, pero en "Amante consagrado" ya se empezó a vislumbrar cómo era de verdad y despertó mi interés. En "Amante vengado" toca conocer todos sus secretos y ver hasta qué punto está dispuesto a sacrificarse por amor.
Rehvenge es puro amor, así de claro, y hay que ir más allá de las apariencia para poder comprobarlo.
Aparentemente, es el peor tipo de hombre con el que alguien se puede cruzar: es un traficante, dirige un club en el que casi nada de lo que pasa allí es legal, no le tiembla la mano a la hora de castigar o acabar con sus enemigos y encima ahora parece que va a participar en una conspiración contra Wrath.
Como veréis, lo tiene todo para resultar despreciable, pero detrás de cada una de sus decisiones hay una razón y es un placer ir viendo que no es ni de lejos tan malo como parece.
Rehvenge carga con muchas culpas y también está obligado a someterse a los caprichos de una desgraciada para proteger a aquellas personas a las que quiere. Da la impresión de que no tiene ninguna escapatoria y de que, a pesar de tener dinero y poder, nunca podrá ser realmente libre. Pero conocer a Ehlena, una enfermera que le atenderá cuando deba ir a la clínica a de Havers a por su dosis de dopamina, hará que empiece a plantearse cómo sería ser amado y tener una vida normal...
En las primeras páginas lo pasé mal porque no me gustó para nada que Rehvenge fuera a actuar contra Wrath, pero la autora manejó con maestría este asunto y, cuando menos me lo esperaba, dio un sorpresón que me dejó con la boca abierta. En general, para mí es innegable que Ward es experta en ir dando pequeños giros en la trama que provocan que no puedas dar nada por sentado Gracias a eso, la lectura es adictiva y las más de 700 páginas de esta novela pasan volando.
Respecto a Ehlena, aunque la sinopsis la describe como una vampira virginal, la verdad es que no es así. Su experiencia con los hombres es limitada, pero no desconoce lo que es el sexo, sencillamente es que el único hombre al que creyó querer la traicionó. No tiene ganas de iniciar una relación con nadie y Rehvenge es el último hombre con el que lo intentaría, más que nada porque ve cómo la gente que se le acerca parece temerlo.
Además, mientras que Rehvenge lleva una vida rodeada de lujos, ella gana lo justo para vivir y para que su padre reciba los cuidados que necesita. Eran miembros de la Glymera, pero cayeron en desgracia y ahora dependen de su sueldo de enfermera para salir adelante. No tiene nada en común con Rehvenge, pero pequeñas conversaciones entre ellos harán que ambos se vayan dando cuenta de que cada uno es la pieza que faltaba en la vida del otro.
Todos sus encuentros son mágicos. No importa que discutan o que en ocasiones no hablen de nada que sea relevante, hay química entre los dos y eso se disfruta. Su complicidad es creíble y lo que va surgiendo entre ambos va desarrollándose con naturalidad. Eso no impide que haya drama, ya que Rehvenge no puede ofrecerle a Ehlena una relación normal y le aterroriza que ella descubra su mayor secreto.
Antes de empezar este libro ya sabíamos que él es un mestizo, mitad vampiro y mitad sympath, una hecho que le afecta en todo, incluida su vida sexual. Así que cuando está con Ehlena, debe poner bastante a prueba su autocontrol...
Aunque ya en los libros anteriores habían pequeñas menciones a los sympath, aquí es cuando vemos exactamente qué les caracteriza y por qué la sociedad vampira los rechaza. Muy pocos saben lo que Rehvenge es y por eso se ve amenazado. Si la Glymera descubriera lo que es, lo desterrarían y él teme que incluso Ehlena sintiera asco por él. Y no olvidemos que una sympath a la que ya conocimos en "Amante consagrado" es la que lo tiene chantajeado.
A ver, hay muchos frentes abiertos en la trama, pero ninguno sobra y todos están perfectamente encajados para resultar importantes de cara a que le va ocurriendo a Rehvenge.
En todo caso, aunque éste es su libro, me atrevería a decir que también es un poco el libro de Wrath. No desluce a Rehvenge, al contrario, lo que le va sucediendo a él también es muy interesante y vemos una nueva faceta suya. Hay muchas partes de la novela en las que comparten protagonismo y, si os gustaron Wrath y Beth en "Amante oscuro", aquí volveréis a disfrutar a lo grande de esta pareja. No todo es color de rosa entre ellos, Wrath le ha ocultado cosas a Beth y ahora debe de hacer frente a las consecuencias, así que vamos viendo si su amor es lo suficientemente solido como para aguantar determinadas mentiras. Si Rehvenge y Ehlena logran mantener en vilo a los lectores, os aseguro que Wrath y Beth también. Siempre echo en falta ver más cosas de las parejas anteriores en cada libro, pero aquí J.R. Ward me ha compensado y hasta Mary ha vuelto a salir un poco.
Como es lógico, dado que la siguiente parte de la saga, "Amante mío" (reseña disponible desde julio de 2021 aquí), está dedicada a Xhex y a John, aquí ellos también destacan.
Mientras que Xhex da lo mejor de sí en este libro, demostrando que es leal a aquellas personas a las que aprecia y que no titubeará ni un segundo en decir o hacer lo que quiere, John se convierte en un quejica al que todos deben comprender y que, sin embargo, no intenta entender a nadie.
Vale que Tohr y Xhex no son perfectos con él, pero creo que la cosa se le va de las manos y que su madurez brilla por su ausencia. Espero que Ward me sorprenda, porque ahora mismo mis expectativas con esta pareja no son muy altas...
El ritmo de la historia es fabuloso. No hay ni un momento de paz, la autora te tiene o suspirando de amor o con el alma en vilo. Hay acción a raudales, escenas de humor que disminuyen la tensión en ciertos momentos, interrogantes que te impiden despegarte de la lectura, instantes con una mezcla de dulzura y de erotismo que te hacen adorar a las parejas y un enfrentamiento que va gestándose y que te hace temerte lo peor respecto al destino de algunos personajes. A esto hay que añadirle que se habla de temas como la muerte y la confianza y no se hace de un modo frío, especialmente en lo referente a la muerte. En este sentido, hay un par de instantes que son bastante tristes y te hacen pensar en lo de que morir es lo único que no tiene solución en esta vida.
Las últimas páginas son un no parar de descubrimientos y decisiones que lo cambiarán todo: la Hermandad se encuentra en un momento crítico, Wrath deberá afrontar una realidad que siempre ha sido su peor pesadilla, Rehvenge llegará a un punto de no retorno y una desaparición hará que ya sepamos que vamos a sufrir mucho con el inicio del siguiente libro.
Y no iba a nombrarlos, pero al fin y al cabo, tampoco puedo ignorarlos. Mis "adorados" restrictores no han desaparecido del mapa y aquí se encargan de que no olvidemos que son unos plastas. Dentro de lo que cabe, sus escenas no son tan extensas como en otros libros y el papel de Lash hace que podamos concentrar nuestro odio en él. Al ser su nuevo "representante", concentra la atención y, aunque muchas de las cosas que hace son para alimentar su ego, no puedo negar que realmente es alguien decisivo de cara a lo que ocurre en el desenlace. Sigo manteniendo que los restrictores a veces tienen más protagonismo del necesario, pero al menos aquí no son tan corta rollos como en otras ocasiones.
Resumiendo todo lo que he dicho en la reseña...¿a qué estáis esperando para leer este libro? xD Si habéis empezado con esta saga, sí o sí tenéis que llegar a éste y ver a J.R. Ward dejar claro que la saga no ha llegado a un punto muerto. Si no os habéis sumergido todavía en el mundo de la Hermandad de la Daga Negra, yo os animo a hacerlo si os gustan los libros que mezclan muy bien romance, erotismo y acción. Eso sí, no me responsabilizo si luego se convierten en un vicio para vosotros...
Valoración del libro: 10/10 "Amor, pasión, drama, acción... esta novela lo tiene todo. Rehvenge es un protagonista lleno de luces y sombras que encandila y cuyo destino te mantiene en vilo. Su romance con Ehlena es sencillamente maravilloso y el toque de incertidumbre respecto a su futuro es una de las razones por las que es imposible parar de leer. Wrath también tiene bastante relevancia y vemos cómo su relación con Beth debe afrontar momentos complicados. Ni siquiera los restrictores y sus pequeñas pesadeces logran estropear la historia. Sin duda, mi libro favorito de la saga hasta ahora".
Todo lo expresado anteriormente es mi opinión, esto no significa que esté en contra de otros puntos de vista u otro tipo de opiniones. Si queréis preguntar algo o queréis dar vuestra valoración, no dudéis en dejar vuestro comentario, siempre que lo hagáis de modo respetuoso.